25 mayo 2010

La oportunidad de la adversidad

18 mayo 2010

LA PROFECÍA QUE SE AUTOCUMPLE

Cuando le dicen a un niño o adolescente que no sirve para nada, que es un flojo, que es un tonto, que seguramente fracasará o que nadie lo va a querer, sus palabras tendrán un efecto en su futuro. Muy posiblemente él adoptará al concepto que le fue inculcado.

Lo que los padres piensan sobre el futuro de sus hijos y lo que les dicen, tiene mucho que ver con el futuro que les espera.

Si a un niño se le dificultan las matemáticas, no quiere decir que vaya a ser un fracasado. A todos se nos dificultan ciertas tareas y se nos facilitan otras. No todos somos ni seremos excelentes deportistas, pero si se nos motiva y entrena adecuadamente podemos ser deportistas normales de cualquier disciplina y seremos excelentes en el área en la cual somos realmente buenos.

No se puede juzgar de tonto a un niño que se le dificulte aprender, cualquier niño puede desarrollar su capacidad de aprender aunque haya nacido con deficiencias. Las capacidades de la mente humana no son estáticas, se pueden desarrollar. Por otro lado, los niños que realmente tienen problemas de taras mentales son muy pocos, la mayoría entran en el rango de lo normal y un niño con capacidades normales puede lograr lo que se proponga, solo necesita motivación.

Así que evite definir a su hijo con palabras despectivas. Reprobar in examen no lo hace tonto, comportarse de manera desidiosa o descuidada no lo hace flojo, no ser excelente en la escuela no lo convierte en un bueno para nada.
No es lo mismo decir “no te levantaste temprano” a “Eres un flojo”, “Tu cuarto está siempre descuidado” a “Eres un cochino”. “Reprobaste en la escuela” a “Eres un bueno para nada” o “Dijiste una grosería” a “Eres un grosero”

El daño será mayor si se añade al calificativo una profecía, por ejemplo:
“Eres tan irresponsable que nunca lograrás nada por ti mismo”
“Estás tan gorda que nadie se fijará en ti”
“Eres tan tonto que fracasarás en la escuela”
“Eres un cochino, así que tu casa seguramente será una pocilga”

03 mayo 2010

Discurso de Steve Jobs en Stanford