“Le voy a decir a tu papá cuando llegue y te va a dar una paliza. ¡Ya verás!”
Ella sabe que no lo hará, el objetivo es que obedezcan sin importar si es verdad o no lo que está prometiendo a sus hijos.
No solamente es importante cumplir las promesas cuando éstas se refieren a obsequios o beneficios que se han hecho. Para desarrollar la autoestima, es igualmente importante cumplir con las promesas de castigos que se han proferido.
Hablar con la verdad es el vínculo más poderoso para fomentar la confianza. Una persona que habla con la verdad es una persona en quien poder confiar. Alguien que miente no nos da confianza, y si no podemos confiar ni en nuestros padres ¿en quien confiaremos?
Un niño que crece en un ambiente donde la veracidad se valora, crecerá confiado y seguro porque en este mundo no todos mienten y no se debe desconfiar de todos.
No amenace con abandonar. No mienta a su hijo o a su hija, dígales la verdad, que tu sí sea sí y tu no, sea no.
La autoestima se finca en la verdad. Háblele a su hijo con la verdad y sabrá qué creer sobre sí mismo.
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