AYUDANDO A
DARLE SEGURIDAD A MI HIJO
Empiezo pronto
Trato de
ofrecerle al niño tantas experiencias como pueda. Mientras más cosas vea y
haga, más seguro se sentirá. Lo animo para que juegue con otros niños y lo
llevo a muchos sitios para que se relacione con personas distintas.
Lo preparo para lo nuevo
“Mamá, ¿me va
a doler?”, me pregunta cuando lo llevo al médico o al dentista. Le contesto con
la verdad: “Claro que sí, te dolerá un poquito, pero se te pasará enseguida”.
“Pero no
quiero ir” me dice. Y yo le respondo firme pero amable y suavemente: “Pero
DEBES”. No le queda otra alternativa y eso le da seguridad.
Nunca lo avergüenzo
Hay cosas que
asustan a mi niño. Pero nunca lo avergüenzo porque tenga miedo- Lo tomo en
brazos y le explico. Lo dejo llorar sin tratar de acallarlo. Siempre trato de
pensar que todo comportamiento tiene una CAUSA.
No lo amenazo a no ser que me proponga cumplir con la promesa
Nunca le digo
al niño que si se porta mal lo voy a regalar o me voy a ir de la casa para
siempre. Esto puede herirlo profundamente. Siempre que voy a salir se lo digo y
nunca me escapo a hurtadillas.
No quiero protegerlo en exceso
Hacerlo crearía
en él una gran dependencia d mí. Y entonces, temería dejarme ir. Si el niño se
siente seguro, podrá perderme de vista. Saldrá de casa tranquilamente para ir a
la escuela con la cabeza erguida. Podrá decir “Adiós mamá”.