25 junio 2014





AYUDANDO A DARLE SEGURIDAD A MI HIJO

Empiezo pronto
Trato de ofrecerle al niño tantas experiencias como pueda. Mientras más cosas vea y haga, más seguro se sentirá. Lo animo para que juegue con otros niños y lo llevo a muchos sitios para que se relacione con personas distintas.

Lo preparo para lo nuevo
“Mamá, ¿me va a doler?”, me pregunta cuando lo llevo al médico o al dentista. Le contesto con la verdad: “Claro que sí, te dolerá un poquito, pero se te pasará enseguida”.
“Pero no quiero ir” me dice. Y yo le respondo firme pero amable y suavemente: “Pero DEBES”. No le queda otra alternativa y eso le da seguridad.

Nunca lo avergüenzo
Hay cosas que asustan a mi niño. Pero nunca lo avergüenzo porque tenga miedo- Lo tomo en brazos y le explico. Lo dejo llorar sin tratar de acallarlo. Siempre trato de pensar que todo comportamiento tiene una CAUSA.

No lo amenazo a no ser que me proponga cumplir con la promesa
Nunca le digo al niño que si se porta mal lo voy a regalar o me voy a ir de la casa para siempre. Esto puede herirlo profundamente. Siempre que voy a salir se lo digo y nunca me escapo a hurtadillas.

No quiero protegerlo en exceso

Hacerlo crearía en él una gran dependencia d mí. Y entonces, temería dejarme ir. Si el niño se siente seguro, podrá perderme de vista. Saldrá de casa tranquilamente para ir a la escuela con la cabeza erguida. Podrá decir “Adiós mamá”.

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