28 abril 2010
Michelle Obama por la educación
Dirigiéndose a una escuela de niñas de Londres, Michelle Obama se implica personal y apasionadamente para que cada estudiante tome la educación seriamente. Es esta nueva y brillante generación, afirma, la que cerrará la distancia entre el mundo como es y el mundo como debería ser.
25 abril 2010
Autoestima en la adolescencia
Conozca el nivel de autoestima de su hijo adolescente.
1. ¿Le gusta competir en actividades en las cuales tiene interés, capacidad y habilidad para realizarlas?
2. ¿Cuándo se encuentra frente a otro adolescente más estético en cuanto a su complexión física (de acuerdo a lo que la sociedad generaliza) no tiende a aislarse o inhibirse?
3. ¿Tiene habilidad e interés para conversar diferentes temas con personas de mayor edad que él (ella)?
4. ¿Al realizar una actividad o responder alguna pregunta tiende a hacerlo con firmeza y seguridad?
5. ¿Es capaz de identificar y rechazar el daño que le pueda ocasionar el ingerir drogas, beber alcohol o vivir una sexualidad inadecuada?
6. ¿Tiende a realizar nuevamente una actividad, en la cual ya se ha equivocado?
7. ¿Por lo regular presenta más estados de ánimo de alegría, entusiasmo y tranquilidad que de tristeza y angustia?
8. ¿Pertenece o busca convivir con un pequeño grupo de amigos de la escuela, sociedad, cristiano, etcétera?
9. ¿Tiene actividades y preferencias personales como leer, escuchar música, ver películas, salir a pasear?
10. ¿Es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas ante los demás?
11. ¿Acepta el riesgo de realizar actividades o expresar opiniones aun cuando éstas son equivocadas?
12. ¿Tiene metas realizables y objetivos a lograr en su vida?
13. ¿Tiene capacidad para elegir amistades que no perjudiquen su propia persona?
14. ¿Demuestra ser responsable y comprometido con lo que le corresponde hacer?
15. ¿Percibe con facilidad las cualidades o cosas buenas que puedan tener las demás personas?
Valoración:
Más de 12 preguntas afirmativas: Alta autoestima.
1. ¿Le gusta competir en actividades en las cuales tiene interés, capacidad y habilidad para realizarlas?
2. ¿Cuándo se encuentra frente a otro adolescente más estético en cuanto a su complexión física (de acuerdo a lo que la sociedad generaliza) no tiende a aislarse o inhibirse?
3. ¿Tiene habilidad e interés para conversar diferentes temas con personas de mayor edad que él (ella)?
4. ¿Al realizar una actividad o responder alguna pregunta tiende a hacerlo con firmeza y seguridad?
5. ¿Es capaz de identificar y rechazar el daño que le pueda ocasionar el ingerir drogas, beber alcohol o vivir una sexualidad inadecuada?
6. ¿Tiende a realizar nuevamente una actividad, en la cual ya se ha equivocado?
7. ¿Por lo regular presenta más estados de ánimo de alegría, entusiasmo y tranquilidad que de tristeza y angustia?
8. ¿Pertenece o busca convivir con un pequeño grupo de amigos de la escuela, sociedad, cristiano, etcétera?
9. ¿Tiene actividades y preferencias personales como leer, escuchar música, ver películas, salir a pasear?
10. ¿Es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas ante los demás?
11. ¿Acepta el riesgo de realizar actividades o expresar opiniones aun cuando éstas son equivocadas?
12. ¿Tiene metas realizables y objetivos a lograr en su vida?
13. ¿Tiene capacidad para elegir amistades que no perjudiquen su propia persona?
14. ¿Demuestra ser responsable y comprometido con lo que le corresponde hacer?
15. ¿Percibe con facilidad las cualidades o cosas buenas que puedan tener las demás personas?
Valoración:
Más de 12 preguntas afirmativas: Alta autoestima.
24 abril 2010
Autoestima, donde se construyen las posibilidades
La falta de autoestima produce más síntomas de trastorno psiquiátrico que cualquier otro factor identificado hoy en día.
Las personas están preparadas para soportar grandes dolores de tipo físico. Sin embargo, los sufrimientos internos que produce una baja autoestima son aun mayores.
Todo tipo de desorden social, se origina en los sentimientos de falta de valor personal desarrollados mayormente en los primeros años de la niñez.
Autoconfianza, autorrespeto y autovaloración, son las palabras ligadas al concepto de autoestima.En la actualidad existen diferentes definiciones de autoestima, no obstante tienen algo en común, cuando hablamos de autoestima nos referimos por lo menos a dos aspectos claramente identificables:
1. La creencia interna en nuestras propias capacidades para enfrentar con éxito los desafíos de la vida.
2. La creencia profunda en nuestro propio valor, independientemente de nuestra posición, logros, prestigio, religión, sexo, etcétera.
Los estudiosos del tema consideran que la baja autoestima tiene una estrecha relación con las enfermedades mentales, las condiciones neuróticas, el odio, el alcoholismo, el abuso de las drogas, la violencia y el desorden social.
El valor personal no es algo que se tenga la opción de aceptar o rechazar. Todos necesitamos tenerlos, si esto no es así, toda la sociedad lo sufre, vivimos en un mundo donde los problemas sociales aumentan cada día, nuestros hijos se enfrentan a desafíos mayores a los que nosotros jamás siquiera soñamos.
La violencia va en aumento, el consumo de drogas cada vez más sofisticadas sigue y se incrementa aceleradamente. Los casos de suicidio entre jóvenes están creciendo en proporciones alarmantes y lo mismo pasa con las enfermedades mentales y emocionales.
Por otro lado, la familia resiente los embates de una sociedad que cada día se vuelve más materialista y que produce mayores necesidades. Esto obliga a muchos padres a aumentar sus horas de trabajo para poder satisfacer necesidades crecientes. En la mayoría de las familias modernas ambos padres trabajan, lo que muchas veces deja a los hijos sin la posibilidad de ser educados por ellos; las guarderías no pueden ser padres sustitutos, por si esto fuera poco los divorcios en Latinoamérica aumentan en número año con año, siguiendo de cerca en cantidad a los países más desarrollados.
La TV y los medios de comunicación se han convertido en enemigos de la familia: muestran y siembran de manera eficaz patrones equivocados con los que la familia tendrá que lidiar. En un mundo con estos retos, el desarrollo de la autoestima de los hijos cobra especial relevancia. Una de las principales misiones de todo padre tiene que ver con el desarrollo de una sana autoestima en sus hijos.
Tomado de “Yo valgo mucho: desarrollo de la autoestima en el hogar y el aula”. Pablo Zamora Calvo. Edit. Ibalpe
Las personas están preparadas para soportar grandes dolores de tipo físico. Sin embargo, los sufrimientos internos que produce una baja autoestima son aun mayores.
Todo tipo de desorden social, se origina en los sentimientos de falta de valor personal desarrollados mayormente en los primeros años de la niñez.
Autoconfianza, autorrespeto y autovaloración, son las palabras ligadas al concepto de autoestima.En la actualidad existen diferentes definiciones de autoestima, no obstante tienen algo en común, cuando hablamos de autoestima nos referimos por lo menos a dos aspectos claramente identificables:
1. La creencia interna en nuestras propias capacidades para enfrentar con éxito los desafíos de la vida.
2. La creencia profunda en nuestro propio valor, independientemente de nuestra posición, logros, prestigio, religión, sexo, etcétera.
Los estudiosos del tema consideran que la baja autoestima tiene una estrecha relación con las enfermedades mentales, las condiciones neuróticas, el odio, el alcoholismo, el abuso de las drogas, la violencia y el desorden social.
El valor personal no es algo que se tenga la opción de aceptar o rechazar. Todos necesitamos tenerlos, si esto no es así, toda la sociedad lo sufre, vivimos en un mundo donde los problemas sociales aumentan cada día, nuestros hijos se enfrentan a desafíos mayores a los que nosotros jamás siquiera soñamos.
La violencia va en aumento, el consumo de drogas cada vez más sofisticadas sigue y se incrementa aceleradamente. Los casos de suicidio entre jóvenes están creciendo en proporciones alarmantes y lo mismo pasa con las enfermedades mentales y emocionales.
Por otro lado, la familia resiente los embates de una sociedad que cada día se vuelve más materialista y que produce mayores necesidades. Esto obliga a muchos padres a aumentar sus horas de trabajo para poder satisfacer necesidades crecientes. En la mayoría de las familias modernas ambos padres trabajan, lo que muchas veces deja a los hijos sin la posibilidad de ser educados por ellos; las guarderías no pueden ser padres sustitutos, por si esto fuera poco los divorcios en Latinoamérica aumentan en número año con año, siguiendo de cerca en cantidad a los países más desarrollados.
La TV y los medios de comunicación se han convertido en enemigos de la familia: muestran y siembran de manera eficaz patrones equivocados con los que la familia tendrá que lidiar. En un mundo con estos retos, el desarrollo de la autoestima de los hijos cobra especial relevancia. Una de las principales misiones de todo padre tiene que ver con el desarrollo de una sana autoestima en sus hijos.
Tomado de “Yo valgo mucho: desarrollo de la autoestima en el hogar y el aula”. Pablo Zamora Calvo. Edit. Ibalpe
23 abril 2010
¿A las palabras se las lleva el viento?
Muchos padres no acostumbran decir cosas buenas sobre sus hijos porque piensan que éstos pueden envanecerse y eso sería contraproducente. Otros piensan que sus hijos saben que los aman y no necesitan decirlo. Generalmente estos padres exigen demasiado a sus hijos y ellos responden con buenos resultados para recibir las palabras de aceptación que tanto necesitan, ya que solo las reciben al tener grandes logros.
Su hijo es valioso y único. Si usted lo ama, no por lo que haga o deje de hacer, sino por lo que es como persona, dígaselo. Dígaselo siempre para que en su mente no quede duda sobre ello.
Se debe alabar siempre el carácter, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, etcétera. No los resultados.
Los elogios centrados en resultados o logros no siempre son la mejor manera de desarrollar la autoestima de sus hijos, ya que los resultados no siempre dependerán de lo que el niño realizó, son muchas las circunstancias que rodean a un resultado. Por ejemplo, en el caso de las calificaciones escolares, no siempre el resultado “bueno” de un examen califica el empeño y la disciplina en un niño. Porque un niño que obtuvo un “excelente” quizá se esforzó menos debido a que tiene más facilidad para esa materia, que aquel que logró un “bueno” de calificación.
Si se centra en elogiar los valores que el niño demuestre en la práctica, independientemente de los resultados, se desarrollará una autoestima saludable.
Si se elogia cada vez que demuestre responsabilidad, esto le recordará que es importante porque tiene la capacidad de hacer cosas importantes y valiosas para él y para otros. Por ejemplo cuando le da de comer a tiempo a su mascota, cuando tiene disciplina al hacer sus tareas sin que lo supervisen, cuando hace un esfuerzo por realizar una tarea física algo difícil o cuando muestra bondad al compartir algo que le pertenece con otro niño.
El niño que es tratado de esta manera, tendrá una fuerte autoestima, la cual le ayudará a desarrollarse y ser todo lo que puede ser.
Las palabras mantienen aún con los años su fuerza; positiva o destructiva. Al recordarlas, las personas sentirán exactamente igual que cuando se las dijeron o quizá hasta un poco más. Son las voces con las que muchos adultos luchan toda su vida, muchos son vencidos por ellas, mientras que otros vencen con su ayuda. Las voces de aceptación, valoración y bendición son las que nos llevan a la victoria.
No es el mismo impacto al escuchar lo que dicen sus amigos o sus parientes más cercanos, a lo que escuchan de usted cuando se refiere a ellos.
Utilice el poder de las palabras para bendecir a sus hijos, no cuesta mucho abrir la boca y pronunciar las palabras adecuadas para expresar valoración profunda y sincera, estas palabras ayudan a construir la autoestima de los niños, especialmente cuando son pequeños.
“El poder de la vida y la muerte se encuentra en la lengua” utilícela para dar vida.
Su hijo es valioso y único. Si usted lo ama, no por lo que haga o deje de hacer, sino por lo que es como persona, dígaselo. Dígaselo siempre para que en su mente no quede duda sobre ello.
Se debe alabar siempre el carácter, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, etcétera. No los resultados.
Los elogios centrados en resultados o logros no siempre son la mejor manera de desarrollar la autoestima de sus hijos, ya que los resultados no siempre dependerán de lo que el niño realizó, son muchas las circunstancias que rodean a un resultado. Por ejemplo, en el caso de las calificaciones escolares, no siempre el resultado “bueno” de un examen califica el empeño y la disciplina en un niño. Porque un niño que obtuvo un “excelente” quizá se esforzó menos debido a que tiene más facilidad para esa materia, que aquel que logró un “bueno” de calificación.
Si se centra en elogiar los valores que el niño demuestre en la práctica, independientemente de los resultados, se desarrollará una autoestima saludable.
Si se elogia cada vez que demuestre responsabilidad, esto le recordará que es importante porque tiene la capacidad de hacer cosas importantes y valiosas para él y para otros. Por ejemplo cuando le da de comer a tiempo a su mascota, cuando tiene disciplina al hacer sus tareas sin que lo supervisen, cuando hace un esfuerzo por realizar una tarea física algo difícil o cuando muestra bondad al compartir algo que le pertenece con otro niño.
El niño que es tratado de esta manera, tendrá una fuerte autoestima, la cual le ayudará a desarrollarse y ser todo lo que puede ser.
Las palabras mantienen aún con los años su fuerza; positiva o destructiva. Al recordarlas, las personas sentirán exactamente igual que cuando se las dijeron o quizá hasta un poco más. Son las voces con las que muchos adultos luchan toda su vida, muchos son vencidos por ellas, mientras que otros vencen con su ayuda. Las voces de aceptación, valoración y bendición son las que nos llevan a la victoria.
No es el mismo impacto al escuchar lo que dicen sus amigos o sus parientes más cercanos, a lo que escuchan de usted cuando se refiere a ellos.
Utilice el poder de las palabras para bendecir a sus hijos, no cuesta mucho abrir la boca y pronunciar las palabras adecuadas para expresar valoración profunda y sincera, estas palabras ayudan a construir la autoestima de los niños, especialmente cuando son pequeños.
“El poder de la vida y la muerte se encuentra en la lengua” utilícela para dar vida.
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