“Ya le dije que si no entiende que le pregunte al maestro. El bimestre pasado no le pusieron el punto de la libreta y tenía todos los apuntes pero no le dijo nada al maestro”.
Un padre que valora las preguntas de sus hijos y sus comentarios por obvios o ilógicos, los anima a preguntar cuando desconocen algo.
Entre más confianza adquiera para hacer preguntas o comentarios, más motivará a seguir indagando.
Cuando una persona pone atención a las preguntas de otra, le está diciendo que es importante. Si un niño hace una pregunta y los padres la ignoramos, el niño pensará que sus comentarios no son importantes.
Cuando a una persona se le pide que haga o deje de hacer algo sin ninguna explicación, se le demuestra que ella no es tan importante como para que sepa el porqué debe hacer las cosas. Porque sólo las personas importantes merecen explicaciones y quizás ella no lo sea.
Cuando se cambia el color de su cuarto, se cambia la decoración, se planea una fiesta familiar, etc. Es importante que él opine, tal vez no hagamos lo que el niño quiere pero es importante considerarlo y aclarar la postura al tomar una decisión. Si el niño aprende esto en casa, lo aplicará en sus asuntos escolares. Si no lo hace, revisemos qué ajustes podemos hacer en nuestra comunicación familiar.
16 julio 2010
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Hola Norma. Me gustó tu reflexión, creo que es muy importante que los padres tomen en cuenta esto que comentas y no solo en la niñez sino tambien en la adolescencia, donde los jóvenes tienen tantas confusiones que es preciso atender estas actitudes con ellos. Yo le agregaría que cuando hablen con los hijos tambien los vieran a los ojos, porque tambien es una forma de hacerlos sentir importantes. Mauricio
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