- ¿Saludé a mi hijo con cariño cuando regresó de la escuela?
- ¿Admiré en voz alta algo que mi hijo hizo con sus manos?
- ¿Felicité a mi hijo por un trabajo bien hecho?
- ¿Reconocí los esfuerzos que realizó en la escuela/deporte/música?
- ¿Conversé a solas con mi hijo?
- ¿Jugué con él cuando regresé del trabajo?
- ¿Fui a la iglesia con mi hijo?
- ¿Dejé que me contara una historia sin interrumpirlo?
- ¿Trabajé con él para ayudarlo a sus tareas?
- ¿Demostré cortesía al decirle “por favor” y “gracias”?
- ¿Le pedí permiso antes de usar sus cosas?
- ¿Dediqué tiempo para contestar a sus preguntas?
- ¿Escuché buena música con él?
- ¿Le enseñé a usar alguna herramienta correctamente?
- ¿Conversé con él sobre algún tema de su interés o preocupación?
- ¿Al acostarse me despedí de él con un beso?
26 febrero 2011
EVALUACION DEL TIEMPO DE CALIDAD QUE DAMOS A NUESTROS HIJOS
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Cosas que deberían ser cotidianas y que llegamos a olvidar, pero vale la pena hacer el cambio hoy, porque mañana ellos lo van a necesitar
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