23 diciembre 2010
08 diciembre 2010
¿CÓMO REFUERZA LA AUTOESTIMA DE SU HIJO?
1. ¿Permite que su hijo(a) exprese opiniones en cuanto a problemas o situaciones familiares?
2. ¿Escucha y valora las opiniones de su hijo(a) aun cuando éstas pueden ser equivocadas?
3. Cuando le promete algo a su hijo por lo regular ¿lo cumple?
4. ¿Enseña a su hijo a valorar las cualidades y atributos de los demás?
5. ¿Persiste en su hijo(a) el que agradezca cuando alguien le hace un elogio?
6. ¿Por lo regular predica con el ejemplo lo que quiere que su hijo haga?
7. ¿Motiva a su hijo(a) a realizar nuevamente una actividad en la que se equivocó o cometió un error una o dos veces?
8. ¿Motiva y estimula a su hijo(a) en la realización de tareas: escolares, familiares o de amigos que realizan en equipo?
9. Cuando su hijo expresa una pregunta equivocada, tiende a no molestarse y corregirlo?
10. ¿Tiende a dar explicaciones y fundamentos del porqué su hijo(a) tiene que realizar ciertas órdenes?
11. ¿Por lo regular asiste a eventos y actividades de interés en las que su hijo participa?
12. ¿Permite que su hijo(a) le enseñe alguna actividad en la que él se considera distro; aun cuando a veces usted la pueda realizar por sí solo?
13. ¿Motiva y estimula a su hijo(o) el compartir a los demás cuando hay posibilidades de hacerlo?
14. ¿Ayuda y enseña a su hijo(a) a prevenir abusos físicos, sexuales y psicológicos (de quienes los pueden realizar)?
15. Por lo regular, ¿expresa comentarios positivos de los demás (familiares, amigos, etc.) delante de su hijo(a) no dándole tanta importancia a lo negativo?
16. ¿Ayuda a su hijo(a) a superarse cuando él se siente fracasado expresándole comentarios positivos?
17. ¿Tiende a no resaltar o remarcar los defectos de su hijo(a) sino sus cualidades?
18. ¿Enseña a su hijo(a) a aprender de sus errores, dándole esperanza que la siguiente oportunidad será mejor?
19. ¿Acostumbra a vivir experiencias y aventuras conviviendo con su hijo(a)?
20. ¿Ha enseñado a su hijo(a) a ser una persona responsable en sus actividades?
21. ¿Es capaz de elogiar más el carácter o rasgos de personalidad de su hijo(a) más que sus logros?
22. ¿Cuándo le da una orden a su hijo(a); lo hace tranquilamente, sin gritos, ni alterado?
23. ¿Cuándo su hijo(a) comete un error lo ayuda a corregirlo sin utilizar palabras ofensivas o humillantes?
Valoración:
Si respondió más de 20 sí: Está interviniendo para aumentar la autoestima de su hijo(a)
Si respondió entre 15 y 18 sí: Le hace falta reforzar la autoestima de su hijo(a), trabaje sobre ello.
Si respondió menos de 15 sí: No está apoyando en la formación de la autoestima de su hijo(a)
2. ¿Escucha y valora las opiniones de su hijo(a) aun cuando éstas pueden ser equivocadas?
3. Cuando le promete algo a su hijo por lo regular ¿lo cumple?
4. ¿Enseña a su hijo a valorar las cualidades y atributos de los demás?
5. ¿Persiste en su hijo(a) el que agradezca cuando alguien le hace un elogio?
6. ¿Por lo regular predica con el ejemplo lo que quiere que su hijo haga?
7. ¿Motiva a su hijo(a) a realizar nuevamente una actividad en la que se equivocó o cometió un error una o dos veces?
8. ¿Motiva y estimula a su hijo(a) en la realización de tareas: escolares, familiares o de amigos que realizan en equipo?
9. Cuando su hijo expresa una pregunta equivocada, tiende a no molestarse y corregirlo?
10. ¿Tiende a dar explicaciones y fundamentos del porqué su hijo(a) tiene que realizar ciertas órdenes?
11. ¿Por lo regular asiste a eventos y actividades de interés en las que su hijo participa?
12. ¿Permite que su hijo(a) le enseñe alguna actividad en la que él se considera distro; aun cuando a veces usted la pueda realizar por sí solo?
13. ¿Motiva y estimula a su hijo(o) el compartir a los demás cuando hay posibilidades de hacerlo?
14. ¿Ayuda y enseña a su hijo(a) a prevenir abusos físicos, sexuales y psicológicos (de quienes los pueden realizar)?
15. Por lo regular, ¿expresa comentarios positivos de los demás (familiares, amigos, etc.) delante de su hijo(a) no dándole tanta importancia a lo negativo?
16. ¿Ayuda a su hijo(a) a superarse cuando él se siente fracasado expresándole comentarios positivos?
17. ¿Tiende a no resaltar o remarcar los defectos de su hijo(a) sino sus cualidades?
18. ¿Enseña a su hijo(a) a aprender de sus errores, dándole esperanza que la siguiente oportunidad será mejor?
19. ¿Acostumbra a vivir experiencias y aventuras conviviendo con su hijo(a)?
20. ¿Ha enseñado a su hijo(a) a ser una persona responsable en sus actividades?
21. ¿Es capaz de elogiar más el carácter o rasgos de personalidad de su hijo(a) más que sus logros?
22. ¿Cuándo le da una orden a su hijo(a); lo hace tranquilamente, sin gritos, ni alterado?
23. ¿Cuándo su hijo(a) comete un error lo ayuda a corregirlo sin utilizar palabras ofensivas o humillantes?
Valoración:
Si respondió más de 20 sí: Está interviniendo para aumentar la autoestima de su hijo(a)
Si respondió entre 15 y 18 sí: Le hace falta reforzar la autoestima de su hijo(a), trabaje sobre ello.
Si respondió menos de 15 sí: No está apoyando en la formación de la autoestima de su hijo(a)
CÓMO EVITAR LA RIVALIDAD ENTRE HERMANOS
1. A ningún niño se le permite hacer bromas de otro en forma destructiva.
2. No permitir a los niños mayores hacer burla de los hermanos menores
3. No permitir al hijo menor hostigar al mayor.
4. No obligar a nadie a jugar con sus hermanos si prefieren estar a solas o jugar con sus amigos.
5. Los padres deben mediar en todo conflicto real entre hermanos tan pronto como sea posible. Deberán mostrar imparcialidad y justicia.
2. No permitir a los niños mayores hacer burla de los hermanos menores
3. No permitir al hijo menor hostigar al mayor.
4. No obligar a nadie a jugar con sus hermanos si prefieren estar a solas o jugar con sus amigos.
5. Los padres deben mediar en todo conflicto real entre hermanos tan pronto como sea posible. Deberán mostrar imparcialidad y justicia.
24 noviembre 2010
13 noviembre 2010
01 noviembre 2010
23 octubre 2010
02 octubre 2010
Relato hindú
En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas
para calmar su sed y, al acercarse, vio su rostro reflejado en ellas y pensó:
-¡Dios!, este debe ser el león tan temido.
Tengo que tener mucho cuidado con él.
Atemorizado, se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed
que regresó a las mismas.
Allí estaba otra vez el 'león'. ¿Qué hacer?
La sed lo devoraba y no había otro lago cercano.
Retrocedió. Unos minutos después volvió a intentarlo
y al ver al 'león', abrió las fauces amenazadoramente,
pero al comprobar que el otro 'león' hacía lo mismo,
sintió terror. Salió corriendo, pero ¡era tanta la sed!
Lo intentó varias veces de nuevo, pero siempre huía espantado.
Pero como la sed era cada vez más intensa,
tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediese.
Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas, ¡el 'león' desapareció!
El Maestro dice:
"Muchos de nuestros temores son imaginarios.
Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen".
No dejemos que nuestra imaginación descontrolada
usurpe el lugar de la realidad,
ni nos perdamos en las creaciones y reflejos de nuestra propia mente.
para calmar su sed y, al acercarse, vio su rostro reflejado en ellas y pensó:
-¡Dios!, este debe ser el león tan temido.
Tengo que tener mucho cuidado con él.
Atemorizado, se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed
que regresó a las mismas.
Allí estaba otra vez el 'león'. ¿Qué hacer?
La sed lo devoraba y no había otro lago cercano.
Retrocedió. Unos minutos después volvió a intentarlo
y al ver al 'león', abrió las fauces amenazadoramente,
pero al comprobar que el otro 'león' hacía lo mismo,
sintió terror. Salió corriendo, pero ¡era tanta la sed!
Lo intentó varias veces de nuevo, pero siempre huía espantado.
Pero como la sed era cada vez más intensa,
tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediese.
Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas, ¡el 'león' desapareció!
El Maestro dice:
"Muchos de nuestros temores son imaginarios.
Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen".
No dejemos que nuestra imaginación descontrolada
usurpe el lugar de la realidad,
ni nos perdamos en las creaciones y reflejos de nuestra propia mente.
18 septiembre 2010
Nuestras creencias limitantes
Comparto este maravilloso texto. Parece sacado de un libro de PNL ya que hace mención al lenguaje corporal (la comunicación analógica) su influencia en los estados anímicos y sobre todo, las creencias limitantes....
Para reflexionarllll
El BUITRE:
Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.
La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros.
Sin espacio para correr, como es su habito, ni siquiera intentara volar sino que quedara prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo..
El MURCIÉLAGO:
El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche.. Una criatura sumamente hábil en el aire, no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire.
Entonces, inmediatamente despega rápidamente.
LA ABEJA:
La abeja , al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera,
a menos que sea sacada de allí. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo.
Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a si misma.
LAS PERSONAS:
En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera.
Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta de que todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba.
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema.
Solo mira hacia arriba.
La tristeza mira hacia atrás,
la preocupación mira hacia alrededor,
pero La Fé, mira hacia arriba.
Autor Anónimo
Para reflexionarllll
El BUITRE:
Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.
La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros.
Sin espacio para correr, como es su habito, ni siquiera intentara volar sino que quedara prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo..
El MURCIÉLAGO:
El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche.. Una criatura sumamente hábil en el aire, no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire.
Entonces, inmediatamente despega rápidamente.
LA ABEJA:
La abeja , al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera,
a menos que sea sacada de allí. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo.
Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a si misma.
LAS PERSONAS:
En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera.
Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta de que todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba.
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema.
Solo mira hacia arriba.
La tristeza mira hacia atrás,
la preocupación mira hacia alrededor,
pero La Fé, mira hacia arriba.
Autor Anónimo
02 septiembre 2010
CARACTERISTICAS DE UN ELOGIO POSITIVO
El elogio debe ser moderado, debe evitarse el elogio excesivo y grandilocuente. “Es la mejor interpretación que jamás he escuchado” dice el padre emocionado al escuchar la desafinada interpretación de una sencilla pieza de piano, interpretada por su hija de seis años.
El elogio debe ser específico, entre más específico sea, más sentido tendrá para el niño. Los elogios generalizados y abstractos son podo útiles y confunden.
“Eres fantástico” “Eres excelente” Estos son elogios valorativos que según algunos educadores importantes, crean ansiedad, porque muchas veces el niño sabe que no concuerda con la percepción que de él se tiene.
“Tu cuarto ahora se ve muy ordenado, la cama está bien tendida y la ropa está en su lugar. Sé que te costó trabajo, gracias por tu cooperación para hacer de nuestra casa un lugar más hermoso” El mensaje que recibe es: soy una niña útil y ordenada.
“el auto quedó brillante, no se le nota ninguna mancha. Gracias” El mensaje que recibe es: soy muy bueno cuando hago algo a conciencia.
“Tu obra refleja inventiva para la creación de personajes y la terminaste a tiempo” El mensaje que recibe es: soy creativo y responsable
El elogio debe ser específico, entre más específico sea, más sentido tendrá para el niño. Los elogios generalizados y abstractos son podo útiles y confunden.
“Eres fantástico” “Eres excelente” Estos son elogios valorativos que según algunos educadores importantes, crean ansiedad, porque muchas veces el niño sabe que no concuerda con la percepción que de él se tiene.
“Tu cuarto ahora se ve muy ordenado, la cama está bien tendida y la ropa está en su lugar. Sé que te costó trabajo, gracias por tu cooperación para hacer de nuestra casa un lugar más hermoso” El mensaje que recibe es: soy una niña útil y ordenada.
“el auto quedó brillante, no se le nota ninguna mancha. Gracias” El mensaje que recibe es: soy muy bueno cuando hago algo a conciencia.
“Tu obra refleja inventiva para la creación de personajes y la terminaste a tiempo” El mensaje que recibe es: soy creativo y responsable
20 agosto 2010
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA CON BAJA AUTOESTIMA
“La persona que duda de su valor es como un hombre que se enlista en las filas del enemigo y carga las armas contra sí mismo”
(Alejandro Dumas)
Pesimismo:
Cuando se enfrenta a un problema o situación de riesgo, se siente incapaz para salir de él, cubre toda la situación con un sesgo de pesimismo.
Para poder enfrentar los problemas con éxito, primero tenemos que pensar que podemos resolverlos. Sin esta condición nos encontramos con indefensos ante la vida.
Relaciones humanas:
Establece relaciones interpersonales, pero no piensa en sus propias necesidades. Con el tiempo se sentirá culpable y se verá como una víctima, pensará que la gente abusa de ella.
Una persona al sentirse de esta manera puede volverse agresiva o totalmente sumisa.
Le es difícil llevar una relación de igual a igual, aspecto importante para desarrollar relaciones sanas.
Tiene temor excesivo al fracaso:
Evita el riesgo porque teme fracasar y ser rechazado, estos sentimientos en la persona con baja autoestima son muy intensos, prefiere irse a lo seguro, por esta razón no intentará conquistar sus metas.
Es un ser muy inseguro, lo que le impide avanzar en la vida. Esto se convierte en un círculo vicioso, pues el no lograr muchas metas lo hace sentir como un fracasado y así sucesivamente.
Inseguridad:
No confía en sí mismo ni en sus capacidades, aunque éstas pueden estar bien demostradas. Si logra algo, él mismo no lo reconoce, lo que le impide avanzar.
Se menosprecia:
No se siente una persona valiosa y digna, no puede disfrutar de los logros cuando los consigue. Tendrá una vida que refleje esa imagen: #como no valgo mucho, no merezco tener un buen empleo, no merezco ser amado, no merezco ser feliz”.
Cuando le suceden cosas negativas, las asocia a su sentido de valor propio, diciéndose internamente que eso es lo que se merece.
Acostumbra autocensurarse: Es un juez muy severo de sí mismo y esto le impide desarrollarse como persona produciéndole desánimo, de esta manera en cuanto mejora un poco, él mismo sabotea sus avances.
Infelicidad:
Para una persona con baja autoestima, la felicidad es un estado no merecido; por lo tanto, él mismo tenderá a buscar ser infeliz de manera inconsciente, para así reforzar su propia creencia interior.
21 julio 2010
BENEFICIOS DE LA NATACIÓN
Los niños que aprenden a nadar logran superar uno de los miedos más atemorizantes y paralizantes de la vida: el temor al agua.
No saber nadar es una limitación que puede afectarle a una persona durante toda su vida.
Por otro lado, el aprender a nadar le mostrará a su hijo que puede dominar una habilidad y vencer un temor, esto puede animarlo a desarrollar más habilidades y demostrarle que es posible alcanzar altos niveles de independencia.
Aprender a nadar es importante para los niños. Saber nadar es una habilidad que desarrolla la confianza y la autoestima y que además, puede salvarle la vida.
Desarrollo físico:
Mejora la coordinación motora, el equilibrio y conocimiento del espacio.
Es beneficioso para la condición cardiovascular.
Incrementa la fuerza debido al ejercicio muscular.
Estimula el apetito y ayuda a dormir bien.
Desarrollo psicológico:
Da seguridad y confianza
Incrementa el sentido de independencia
Estimula su autoestima
Desarrollo social:
Amplía el horizonte de juegos compartidos
Activa la diversión y el espíritu de juego sano
Ayuda a socializar.
No saber nadar es una limitación que puede afectarle a una persona durante toda su vida.
Por otro lado, el aprender a nadar le mostrará a su hijo que puede dominar una habilidad y vencer un temor, esto puede animarlo a desarrollar más habilidades y demostrarle que es posible alcanzar altos niveles de independencia.
Aprender a nadar es importante para los niños. Saber nadar es una habilidad que desarrolla la confianza y la autoestima y que además, puede salvarle la vida.
Desarrollo físico:
Mejora la coordinación motora, el equilibrio y conocimiento del espacio.
Es beneficioso para la condición cardiovascular.
Incrementa la fuerza debido al ejercicio muscular.
Estimula el apetito y ayuda a dormir bien.
Desarrollo psicológico:
Da seguridad y confianza
Incrementa el sentido de independencia
Estimula su autoestima
Desarrollo social:
Amplía el horizonte de juegos compartidos
Activa la diversión y el espíritu de juego sano
Ayuda a socializar.
16 julio 2010
KARLITA NO PREGUNTA
“Ya le dije que si no entiende que le pregunte al maestro. El bimestre pasado no le pusieron el punto de la libreta y tenía todos los apuntes pero no le dijo nada al maestro”.
Un padre que valora las preguntas de sus hijos y sus comentarios por obvios o ilógicos, los anima a preguntar cuando desconocen algo.
Entre más confianza adquiera para hacer preguntas o comentarios, más motivará a seguir indagando.
Cuando una persona pone atención a las preguntas de otra, le está diciendo que es importante. Si un niño hace una pregunta y los padres la ignoramos, el niño pensará que sus comentarios no son importantes.
Cuando a una persona se le pide que haga o deje de hacer algo sin ninguna explicación, se le demuestra que ella no es tan importante como para que sepa el porqué debe hacer las cosas. Porque sólo las personas importantes merecen explicaciones y quizás ella no lo sea.
Cuando se cambia el color de su cuarto, se cambia la decoración, se planea una fiesta familiar, etc. Es importante que él opine, tal vez no hagamos lo que el niño quiere pero es importante considerarlo y aclarar la postura al tomar una decisión. Si el niño aprende esto en casa, lo aplicará en sus asuntos escolares. Si no lo hace, revisemos qué ajustes podemos hacer en nuestra comunicación familiar.
Un padre que valora las preguntas de sus hijos y sus comentarios por obvios o ilógicos, los anima a preguntar cuando desconocen algo.
Entre más confianza adquiera para hacer preguntas o comentarios, más motivará a seguir indagando.
Cuando una persona pone atención a las preguntas de otra, le está diciendo que es importante. Si un niño hace una pregunta y los padres la ignoramos, el niño pensará que sus comentarios no son importantes.
Cuando a una persona se le pide que haga o deje de hacer algo sin ninguna explicación, se le demuestra que ella no es tan importante como para que sepa el porqué debe hacer las cosas. Porque sólo las personas importantes merecen explicaciones y quizás ella no lo sea.
Cuando se cambia el color de su cuarto, se cambia la decoración, se planea una fiesta familiar, etc. Es importante que él opine, tal vez no hagamos lo que el niño quiere pero es importante considerarlo y aclarar la postura al tomar una decisión. Si el niño aprende esto en casa, lo aplicará en sus asuntos escolares. Si no lo hace, revisemos qué ajustes podemos hacer en nuestra comunicación familiar.
09 julio 2010
25 junio 2010
RESILIENCIA
¿Qué entendemos por resiliencia?
La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, una tragedia, una amenaza, o hasta fuentes de tensión significativa —como problemas familiares o de relaciones, problemas serios de salud o factores estresantes del trabajo o financieros. Significa “rebotar” como una bola o un resorte después de una experiencia difícil.
La resiliencia incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
Una combinación de factores contribuye a la resiliencia. Muchos estudios demuestran que el factor más importante en la resiliencia es tener relaciones de cariño y sostén dentro y fuera de la familia. Relaciones que emanen amor y confianza, que provean modelos a seguir, que ofrezcan estímulo y seguridad que ayuden a apoyar la resiliencia de la persona.
Varios otros factores están asociados a la resiliencia, entre ellos:
• La capacidad para hacer planes realistas y llevarlos a cabo.
• Una visión positiva de su persona y confianza en tus fortalezas y habilidades.
• Destrezas en la comunicación y en la resolución de problemas.
• La capacidad para manejar sentimientos fuertes e impulsos.
Estrategias para Desarrollar Resiliencia
Desarrollar resiliencia es un viaje personal. La gente no reacciona de la misma forma a eventos traumáticos y tensiones en su vida. Una estrategia para desarrollar resiliencia que trabaja para una persona podría no trabajar para otra. La gente usa estrategias variadas.
Formas de Construir Resiliencia
Establecer relaciones – Es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas. Aceptar ayuda y sostén de personas que le quieren y le escuchan fortalece la resiliencia. Alguna gente encuentra que estar activo en grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la fe, u otros grupos locales le provee sostén social y le ayuda a reclamar la esperanza. Ayudar a otros que le necesitan también puede ser de beneficio para usted.
INFANCIA NO ES DESTINO. RESILIENCIA.
Resultados de una investigación de 400 personajes célebres que alcanzaron el éxito en sus vidas, tales como: Churchill, F.D. Rooselvert, Einstein, Freíd, etc. Revelaron que:
1. Tres cuartas partes de estos personajes cuando niños sufrieron por diversas causas: pobreza, padres divorciados, padres que los rechazaban, sobreprotegían, alejaban o dominaban; inestabilidad económica, frustración de los padres por causa de derrotas escolares de los hijos o por las vocaciones que eligieron.
2. 74 entre 85 autores de ciencia ficción o drama, al igual que 16 poetas entre 20, provenían de hogares donde cuando niños vivieron grandes dramas psicológicos protagonizados por sus padres.
3. Más de la cuarta parte de los que fueron investigados tuvieron desventajas físicas en su niñez. Fueron ciegos, sordos, inválidos, enfermizos, poco atractivos, pequeños, gordos o con algún defecto del habla.
11 junio 2010
AYUDE A SU HIJO A ENFRENTAR EL FRACASO
Recuérdele a personas exitosas de todos los tiempo y los rotundos fracasos que vivieron, pero no por eso fueron fracasados, sino que los mismo yerros fueron parte de sus éxitos futuros. Una de las situaciones que más pueden afectar el desarrollo de una sana autoestima en los niños, es asociar un resultado negativo, con lo que es como persona. Por ejemplo: Cuando una niña afirma después de haber fracasado en una actividad o en un intento “soy un fracaso”.
Evita que el niño aprenda a asociar los resultados con lo que es como persona, ya que esto es muiy dañino. Puedo fallar mil intentos, fracasar en cada uno de ellos pero eso no significa que yo sea un fracasado.
Los resultados pueden depender de muchas situaciones que están fuera de control de quien los busca, el niño debe aprender a concentrarse en sus acciones y no en los resultados. Si se preparó e hizo su mejor esfuerzo antes de presentar ese examen y no obtuvo el excelente que buscaba, no puede decir que ha fracasado. Debe buscar qué puede hacer para mejorar el resultado y prepararse para ser mejor, pero sin juzgar el valor persona. Eso es lo que deberá entender su hijo.
Recuérdelo siempre: Si su hijo fracasó, no significa que sea un fracasado. El éxito va de cerca con el fracaso, quienes tiene más éxito se han equivocado más veces que el común de las personas.
ENSEÑELE A APRENDER DE SUS ERRORES
En el caso de que el fracaso se deba a la escasa preparación o a la falta de disciplina o responsabilidad, minimice el resultado y hable con su hijo pensando en el futuro y en aprender de la experiencia.
Ayúdele a identificar el problema:
-“¿Por qué crees que reprobaste el examen, Karina?”
- “Lo que pasa mami, es que no realicé los apuntes en la clase y por eso no pude estudiar adecuadamente”.
En caso de que a la primera no lo identifique, insista en que piense en todas las causas posibles antes de definir la verdadera.
“¿Qué otra cosa pudo haber pasado?”
“Pues creo que no estudié lo suficiente. Pero si estudié, mami”
-¿”Alguna otra razón que haya influido?”
- “No, creo que realmente fue lo primero, mamá”.
Ayúdele a identificar soluciones probables.
- “¿Qué necesitas hacer para que no vuelvas a reprobar?”
- “Necesito tener cuidado con los apuntes de la clase. “
- “¿Alguna otra idea, hija”
- “Pues si..creo que para os resúmenes, necesito prestar más atención”
Defina lo que hará cuando enfrente la misma situación
- “¿Qué piensas hacer para el próximo examen?”
- “Preparar mis notas en clase”
Recordemos que lo importante es cómo manejamos el fracaso ¿me sirve para mejorar o me doy por vencido? Esa es la diferencia.
Evita que el niño aprenda a asociar los resultados con lo que es como persona, ya que esto es muiy dañino. Puedo fallar mil intentos, fracasar en cada uno de ellos pero eso no significa que yo sea un fracasado.
Los resultados pueden depender de muchas situaciones que están fuera de control de quien los busca, el niño debe aprender a concentrarse en sus acciones y no en los resultados. Si se preparó e hizo su mejor esfuerzo antes de presentar ese examen y no obtuvo el excelente que buscaba, no puede decir que ha fracasado. Debe buscar qué puede hacer para mejorar el resultado y prepararse para ser mejor, pero sin juzgar el valor persona. Eso es lo que deberá entender su hijo.
Recuérdelo siempre: Si su hijo fracasó, no significa que sea un fracasado. El éxito va de cerca con el fracaso, quienes tiene más éxito se han equivocado más veces que el común de las personas.
ENSEÑELE A APRENDER DE SUS ERRORES
En el caso de que el fracaso se deba a la escasa preparación o a la falta de disciplina o responsabilidad, minimice el resultado y hable con su hijo pensando en el futuro y en aprender de la experiencia.
Ayúdele a identificar el problema:
-“¿Por qué crees que reprobaste el examen, Karina?”
- “Lo que pasa mami, es que no realicé los apuntes en la clase y por eso no pude estudiar adecuadamente”.
En caso de que a la primera no lo identifique, insista en que piense en todas las causas posibles antes de definir la verdadera.
“¿Qué otra cosa pudo haber pasado?”
“Pues creo que no estudié lo suficiente. Pero si estudié, mami”
-¿”Alguna otra razón que haya influido?”
- “No, creo que realmente fue lo primero, mamá”.
Ayúdele a identificar soluciones probables.
- “¿Qué necesitas hacer para que no vuelvas a reprobar?”
- “Necesito tener cuidado con los apuntes de la clase. “
- “¿Alguna otra idea, hija”
- “Pues si..creo que para os resúmenes, necesito prestar más atención”
Defina lo que hará cuando enfrente la misma situación
- “¿Qué piensas hacer para el próximo examen?”
- “Preparar mis notas en clase”
Recordemos que lo importante es cómo manejamos el fracaso ¿me sirve para mejorar o me doy por vencido? Esa es la diferencia.
08 junio 2010
07 junio 2010
BENEFICIOS DE LAS REGLAS EN EL HOGAR
1. Aportan libertad a los hijos, ya que establecen los límites donde la libertad puede reinar.
2. Proveen seguridad porque el niño confía en quienes le protegen y le cuidan, por eso le establecen límites.
3. Las reglas ayudan a clarificar las consecuencias de conductas no deseadas, ya que toda regla deberá llevar su castigo si es infringido, de no ser así, no sería una regla, solamente una sugerencia.
4. Las reglas ayudan a definir los límites en el trato con otros. "En esta casa no está permitido faltar al respeto".
SUGERENCIAS PARA ESTABLECER REGLAS
1. Antes de establecer una regla, analiza el porqué de ésta.
2. Las reglas que se establezcan en casa deben ser en común acuerdo con la pareja.
3. Estar de común acuerdo con los hijos.
4. Supervisar constantemente el cumplimiento de la regla que se establezca.
5. Aplicar algún castigo cuando se infrinja la regla (relacionado con la falta, por ejemplo: si terminó de hacer su tarea bastante tarde por ver antes la televisión, prohibir el uso de la televisión por un par de días.
6. Elogiar cada vez que se cumpla la regla.
7. Las reglas deben ir de acuerdo a la edad de los hijos.
8. Permitir que los niños opinen en el momento en que se elaboren y asegurarse que le queda clara la importancia de éstas.
9. Establecer que los padres tienen autoridad pero que no sólo imponen sin sentido.
25 mayo 2010
18 mayo 2010
LA PROFECÍA QUE SE AUTOCUMPLE
Cuando le dicen a un niño o adolescente que no sirve para nada, que es un flojo, que es un tonto, que seguramente fracasará o que nadie lo va a querer, sus palabras tendrán un efecto en su futuro. Muy posiblemente él adoptará al concepto que le fue inculcado.
Lo que los padres piensan sobre el futuro de sus hijos y lo que les dicen, tiene mucho que ver con el futuro que les espera.
Si a un niño se le dificultan las matemáticas, no quiere decir que vaya a ser un fracasado. A todos se nos dificultan ciertas tareas y se nos facilitan otras. No todos somos ni seremos excelentes deportistas, pero si se nos motiva y entrena adecuadamente podemos ser deportistas normales de cualquier disciplina y seremos excelentes en el área en la cual somos realmente buenos.
No se puede juzgar de tonto a un niño que se le dificulte aprender, cualquier niño puede desarrollar su capacidad de aprender aunque haya nacido con deficiencias. Las capacidades de la mente humana no son estáticas, se pueden desarrollar. Por otro lado, los niños que realmente tienen problemas de taras mentales son muy pocos, la mayoría entran en el rango de lo normal y un niño con capacidades normales puede lograr lo que se proponga, solo necesita motivación.
Así que evite definir a su hijo con palabras despectivas. Reprobar in examen no lo hace tonto, comportarse de manera desidiosa o descuidada no lo hace flojo, no ser excelente en la escuela no lo convierte en un bueno para nada.
No es lo mismo decir “no te levantaste temprano” a “Eres un flojo”, “Tu cuarto está siempre descuidado” a “Eres un cochino”. “Reprobaste en la escuela” a “Eres un bueno para nada” o “Dijiste una grosería” a “Eres un grosero”
El daño será mayor si se añade al calificativo una profecía, por ejemplo:
“Eres tan irresponsable que nunca lograrás nada por ti mismo”
“Estás tan gorda que nadie se fijará en ti”
“Eres tan tonto que fracasarás en la escuela”
“Eres un cochino, así que tu casa seguramente será una pocilga”
Lo que los padres piensan sobre el futuro de sus hijos y lo que les dicen, tiene mucho que ver con el futuro que les espera.
Si a un niño se le dificultan las matemáticas, no quiere decir que vaya a ser un fracasado. A todos se nos dificultan ciertas tareas y se nos facilitan otras. No todos somos ni seremos excelentes deportistas, pero si se nos motiva y entrena adecuadamente podemos ser deportistas normales de cualquier disciplina y seremos excelentes en el área en la cual somos realmente buenos.
No se puede juzgar de tonto a un niño que se le dificulte aprender, cualquier niño puede desarrollar su capacidad de aprender aunque haya nacido con deficiencias. Las capacidades de la mente humana no son estáticas, se pueden desarrollar. Por otro lado, los niños que realmente tienen problemas de taras mentales son muy pocos, la mayoría entran en el rango de lo normal y un niño con capacidades normales puede lograr lo que se proponga, solo necesita motivación.
Así que evite definir a su hijo con palabras despectivas. Reprobar in examen no lo hace tonto, comportarse de manera desidiosa o descuidada no lo hace flojo, no ser excelente en la escuela no lo convierte en un bueno para nada.
No es lo mismo decir “no te levantaste temprano” a “Eres un flojo”, “Tu cuarto está siempre descuidado” a “Eres un cochino”. “Reprobaste en la escuela” a “Eres un bueno para nada” o “Dijiste una grosería” a “Eres un grosero”
El daño será mayor si se añade al calificativo una profecía, por ejemplo:
“Eres tan irresponsable que nunca lograrás nada por ti mismo”
“Estás tan gorda que nadie se fijará en ti”
“Eres tan tonto que fracasarás en la escuela”
“Eres un cochino, así que tu casa seguramente será una pocilga”
03 mayo 2010
28 abril 2010
Michelle Obama por la educación
Dirigiéndose a una escuela de niñas de Londres, Michelle Obama se implica personal y apasionadamente para que cada estudiante tome la educación seriamente. Es esta nueva y brillante generación, afirma, la que cerrará la distancia entre el mundo como es y el mundo como debería ser.
25 abril 2010
Autoestima en la adolescencia
Conozca el nivel de autoestima de su hijo adolescente.
1. ¿Le gusta competir en actividades en las cuales tiene interés, capacidad y habilidad para realizarlas?
2. ¿Cuándo se encuentra frente a otro adolescente más estético en cuanto a su complexión física (de acuerdo a lo que la sociedad generaliza) no tiende a aislarse o inhibirse?
3. ¿Tiene habilidad e interés para conversar diferentes temas con personas de mayor edad que él (ella)?
4. ¿Al realizar una actividad o responder alguna pregunta tiende a hacerlo con firmeza y seguridad?
5. ¿Es capaz de identificar y rechazar el daño que le pueda ocasionar el ingerir drogas, beber alcohol o vivir una sexualidad inadecuada?
6. ¿Tiende a realizar nuevamente una actividad, en la cual ya se ha equivocado?
7. ¿Por lo regular presenta más estados de ánimo de alegría, entusiasmo y tranquilidad que de tristeza y angustia?
8. ¿Pertenece o busca convivir con un pequeño grupo de amigos de la escuela, sociedad, cristiano, etcétera?
9. ¿Tiene actividades y preferencias personales como leer, escuchar música, ver películas, salir a pasear?
10. ¿Es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas ante los demás?
11. ¿Acepta el riesgo de realizar actividades o expresar opiniones aun cuando éstas son equivocadas?
12. ¿Tiene metas realizables y objetivos a lograr en su vida?
13. ¿Tiene capacidad para elegir amistades que no perjudiquen su propia persona?
14. ¿Demuestra ser responsable y comprometido con lo que le corresponde hacer?
15. ¿Percibe con facilidad las cualidades o cosas buenas que puedan tener las demás personas?
Valoración:
Más de 12 preguntas afirmativas: Alta autoestima.
1. ¿Le gusta competir en actividades en las cuales tiene interés, capacidad y habilidad para realizarlas?
2. ¿Cuándo se encuentra frente a otro adolescente más estético en cuanto a su complexión física (de acuerdo a lo que la sociedad generaliza) no tiende a aislarse o inhibirse?
3. ¿Tiene habilidad e interés para conversar diferentes temas con personas de mayor edad que él (ella)?
4. ¿Al realizar una actividad o responder alguna pregunta tiende a hacerlo con firmeza y seguridad?
5. ¿Es capaz de identificar y rechazar el daño que le pueda ocasionar el ingerir drogas, beber alcohol o vivir una sexualidad inadecuada?
6. ¿Tiende a realizar nuevamente una actividad, en la cual ya se ha equivocado?
7. ¿Por lo regular presenta más estados de ánimo de alegría, entusiasmo y tranquilidad que de tristeza y angustia?
8. ¿Pertenece o busca convivir con un pequeño grupo de amigos de la escuela, sociedad, cristiano, etcétera?
9. ¿Tiene actividades y preferencias personales como leer, escuchar música, ver películas, salir a pasear?
10. ¿Es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas ante los demás?
11. ¿Acepta el riesgo de realizar actividades o expresar opiniones aun cuando éstas son equivocadas?
12. ¿Tiene metas realizables y objetivos a lograr en su vida?
13. ¿Tiene capacidad para elegir amistades que no perjudiquen su propia persona?
14. ¿Demuestra ser responsable y comprometido con lo que le corresponde hacer?
15. ¿Percibe con facilidad las cualidades o cosas buenas que puedan tener las demás personas?
Valoración:
Más de 12 preguntas afirmativas: Alta autoestima.
24 abril 2010
Autoestima, donde se construyen las posibilidades
La falta de autoestima produce más síntomas de trastorno psiquiátrico que cualquier otro factor identificado hoy en día.
Las personas están preparadas para soportar grandes dolores de tipo físico. Sin embargo, los sufrimientos internos que produce una baja autoestima son aun mayores.
Todo tipo de desorden social, se origina en los sentimientos de falta de valor personal desarrollados mayormente en los primeros años de la niñez.
Autoconfianza, autorrespeto y autovaloración, son las palabras ligadas al concepto de autoestima.En la actualidad existen diferentes definiciones de autoestima, no obstante tienen algo en común, cuando hablamos de autoestima nos referimos por lo menos a dos aspectos claramente identificables:
1. La creencia interna en nuestras propias capacidades para enfrentar con éxito los desafíos de la vida.
2. La creencia profunda en nuestro propio valor, independientemente de nuestra posición, logros, prestigio, religión, sexo, etcétera.
Los estudiosos del tema consideran que la baja autoestima tiene una estrecha relación con las enfermedades mentales, las condiciones neuróticas, el odio, el alcoholismo, el abuso de las drogas, la violencia y el desorden social.
El valor personal no es algo que se tenga la opción de aceptar o rechazar. Todos necesitamos tenerlos, si esto no es así, toda la sociedad lo sufre, vivimos en un mundo donde los problemas sociales aumentan cada día, nuestros hijos se enfrentan a desafíos mayores a los que nosotros jamás siquiera soñamos.
La violencia va en aumento, el consumo de drogas cada vez más sofisticadas sigue y se incrementa aceleradamente. Los casos de suicidio entre jóvenes están creciendo en proporciones alarmantes y lo mismo pasa con las enfermedades mentales y emocionales.
Por otro lado, la familia resiente los embates de una sociedad que cada día se vuelve más materialista y que produce mayores necesidades. Esto obliga a muchos padres a aumentar sus horas de trabajo para poder satisfacer necesidades crecientes. En la mayoría de las familias modernas ambos padres trabajan, lo que muchas veces deja a los hijos sin la posibilidad de ser educados por ellos; las guarderías no pueden ser padres sustitutos, por si esto fuera poco los divorcios en Latinoamérica aumentan en número año con año, siguiendo de cerca en cantidad a los países más desarrollados.
La TV y los medios de comunicación se han convertido en enemigos de la familia: muestran y siembran de manera eficaz patrones equivocados con los que la familia tendrá que lidiar. En un mundo con estos retos, el desarrollo de la autoestima de los hijos cobra especial relevancia. Una de las principales misiones de todo padre tiene que ver con el desarrollo de una sana autoestima en sus hijos.
Tomado de “Yo valgo mucho: desarrollo de la autoestima en el hogar y el aula”. Pablo Zamora Calvo. Edit. Ibalpe
Las personas están preparadas para soportar grandes dolores de tipo físico. Sin embargo, los sufrimientos internos que produce una baja autoestima son aun mayores.
Todo tipo de desorden social, se origina en los sentimientos de falta de valor personal desarrollados mayormente en los primeros años de la niñez.
Autoconfianza, autorrespeto y autovaloración, son las palabras ligadas al concepto de autoestima.En la actualidad existen diferentes definiciones de autoestima, no obstante tienen algo en común, cuando hablamos de autoestima nos referimos por lo menos a dos aspectos claramente identificables:
1. La creencia interna en nuestras propias capacidades para enfrentar con éxito los desafíos de la vida.
2. La creencia profunda en nuestro propio valor, independientemente de nuestra posición, logros, prestigio, religión, sexo, etcétera.
Los estudiosos del tema consideran que la baja autoestima tiene una estrecha relación con las enfermedades mentales, las condiciones neuróticas, el odio, el alcoholismo, el abuso de las drogas, la violencia y el desorden social.
El valor personal no es algo que se tenga la opción de aceptar o rechazar. Todos necesitamos tenerlos, si esto no es así, toda la sociedad lo sufre, vivimos en un mundo donde los problemas sociales aumentan cada día, nuestros hijos se enfrentan a desafíos mayores a los que nosotros jamás siquiera soñamos.
La violencia va en aumento, el consumo de drogas cada vez más sofisticadas sigue y se incrementa aceleradamente. Los casos de suicidio entre jóvenes están creciendo en proporciones alarmantes y lo mismo pasa con las enfermedades mentales y emocionales.
Por otro lado, la familia resiente los embates de una sociedad que cada día se vuelve más materialista y que produce mayores necesidades. Esto obliga a muchos padres a aumentar sus horas de trabajo para poder satisfacer necesidades crecientes. En la mayoría de las familias modernas ambos padres trabajan, lo que muchas veces deja a los hijos sin la posibilidad de ser educados por ellos; las guarderías no pueden ser padres sustitutos, por si esto fuera poco los divorcios en Latinoamérica aumentan en número año con año, siguiendo de cerca en cantidad a los países más desarrollados.
La TV y los medios de comunicación se han convertido en enemigos de la familia: muestran y siembran de manera eficaz patrones equivocados con los que la familia tendrá que lidiar. En un mundo con estos retos, el desarrollo de la autoestima de los hijos cobra especial relevancia. Una de las principales misiones de todo padre tiene que ver con el desarrollo de una sana autoestima en sus hijos.
Tomado de “Yo valgo mucho: desarrollo de la autoestima en el hogar y el aula”. Pablo Zamora Calvo. Edit. Ibalpe
23 abril 2010
¿A las palabras se las lleva el viento?
Muchos padres no acostumbran decir cosas buenas sobre sus hijos porque piensan que éstos pueden envanecerse y eso sería contraproducente. Otros piensan que sus hijos saben que los aman y no necesitan decirlo. Generalmente estos padres exigen demasiado a sus hijos y ellos responden con buenos resultados para recibir las palabras de aceptación que tanto necesitan, ya que solo las reciben al tener grandes logros.
Su hijo es valioso y único. Si usted lo ama, no por lo que haga o deje de hacer, sino por lo que es como persona, dígaselo. Dígaselo siempre para que en su mente no quede duda sobre ello.
Se debe alabar siempre el carácter, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, etcétera. No los resultados.
Los elogios centrados en resultados o logros no siempre son la mejor manera de desarrollar la autoestima de sus hijos, ya que los resultados no siempre dependerán de lo que el niño realizó, son muchas las circunstancias que rodean a un resultado. Por ejemplo, en el caso de las calificaciones escolares, no siempre el resultado “bueno” de un examen califica el empeño y la disciplina en un niño. Porque un niño que obtuvo un “excelente” quizá se esforzó menos debido a que tiene más facilidad para esa materia, que aquel que logró un “bueno” de calificación.
Si se centra en elogiar los valores que el niño demuestre en la práctica, independientemente de los resultados, se desarrollará una autoestima saludable.
Si se elogia cada vez que demuestre responsabilidad, esto le recordará que es importante porque tiene la capacidad de hacer cosas importantes y valiosas para él y para otros. Por ejemplo cuando le da de comer a tiempo a su mascota, cuando tiene disciplina al hacer sus tareas sin que lo supervisen, cuando hace un esfuerzo por realizar una tarea física algo difícil o cuando muestra bondad al compartir algo que le pertenece con otro niño.
El niño que es tratado de esta manera, tendrá una fuerte autoestima, la cual le ayudará a desarrollarse y ser todo lo que puede ser.
Las palabras mantienen aún con los años su fuerza; positiva o destructiva. Al recordarlas, las personas sentirán exactamente igual que cuando se las dijeron o quizá hasta un poco más. Son las voces con las que muchos adultos luchan toda su vida, muchos son vencidos por ellas, mientras que otros vencen con su ayuda. Las voces de aceptación, valoración y bendición son las que nos llevan a la victoria.
No es el mismo impacto al escuchar lo que dicen sus amigos o sus parientes más cercanos, a lo que escuchan de usted cuando se refiere a ellos.
Utilice el poder de las palabras para bendecir a sus hijos, no cuesta mucho abrir la boca y pronunciar las palabras adecuadas para expresar valoración profunda y sincera, estas palabras ayudan a construir la autoestima de los niños, especialmente cuando son pequeños.
“El poder de la vida y la muerte se encuentra en la lengua” utilícela para dar vida.
Su hijo es valioso y único. Si usted lo ama, no por lo que haga o deje de hacer, sino por lo que es como persona, dígaselo. Dígaselo siempre para que en su mente no quede duda sobre ello.
Se debe alabar siempre el carácter, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, etcétera. No los resultados.
Los elogios centrados en resultados o logros no siempre son la mejor manera de desarrollar la autoestima de sus hijos, ya que los resultados no siempre dependerán de lo que el niño realizó, son muchas las circunstancias que rodean a un resultado. Por ejemplo, en el caso de las calificaciones escolares, no siempre el resultado “bueno” de un examen califica el empeño y la disciplina en un niño. Porque un niño que obtuvo un “excelente” quizá se esforzó menos debido a que tiene más facilidad para esa materia, que aquel que logró un “bueno” de calificación.
Si se centra en elogiar los valores que el niño demuestre en la práctica, independientemente de los resultados, se desarrollará una autoestima saludable.
Si se elogia cada vez que demuestre responsabilidad, esto le recordará que es importante porque tiene la capacidad de hacer cosas importantes y valiosas para él y para otros. Por ejemplo cuando le da de comer a tiempo a su mascota, cuando tiene disciplina al hacer sus tareas sin que lo supervisen, cuando hace un esfuerzo por realizar una tarea física algo difícil o cuando muestra bondad al compartir algo que le pertenece con otro niño.
El niño que es tratado de esta manera, tendrá una fuerte autoestima, la cual le ayudará a desarrollarse y ser todo lo que puede ser.
Las palabras mantienen aún con los años su fuerza; positiva o destructiva. Al recordarlas, las personas sentirán exactamente igual que cuando se las dijeron o quizá hasta un poco más. Son las voces con las que muchos adultos luchan toda su vida, muchos son vencidos por ellas, mientras que otros vencen con su ayuda. Las voces de aceptación, valoración y bendición son las que nos llevan a la victoria.
No es el mismo impacto al escuchar lo que dicen sus amigos o sus parientes más cercanos, a lo que escuchan de usted cuando se refiere a ellos.
Utilice el poder de las palabras para bendecir a sus hijos, no cuesta mucho abrir la boca y pronunciar las palabras adecuadas para expresar valoración profunda y sincera, estas palabras ayudan a construir la autoestima de los niños, especialmente cuando son pequeños.
“El poder de la vida y la muerte se encuentra en la lengua” utilícela para dar vida.
16 marzo 2010
Llega la educación relajada, el "Slow parenting"
PAULA GIL. Efe.San Francisco (EE.UU.)
Diario de Navarra. 15 de marzo de 2010
Después de dos décadas de sobreprotección a los hijos, con una estresante agenda extraescolar, diversos especialistas empiezan a hablar de lo contrario en Estados Unidos. En parte, dicen, debido a la crisis.
Los niños nacidos en las últimas dos décadas en los países desarrollados son posiblemente los que más atención, protección y recursos han recibido de sus padres, un fenómeno común que ahora podría estar llegando a su fin.
Clases de mandarín para niños de dos años, cursos de música para lactantes o padres que acosan a los profesores vía mensajes de texto por los resultados de un examen de sus hijos: todo parece poco para lograr que los retoños sean los mejores en la competitiva economía global.
Atrás quedaron los tiempos en los que los niños iban solos al colegio: el porcentaje de escolares que llegan solos a la escuela ha caído del 21% en 1969 a sólo un 13% en 2001 y en EEUU la obsesión por la seguridad infantil es tal, que hasta los carritos de bebé llevan la etiqueta "quitar al niño antes de plegar".
Las cosas, sin embargo, están empezando a cambiar: una nueva tendencia educativa bautizada como slow parenting se está popularizando rápidamente en EEUU a través de libros, artículos y seminarios, abogando por el fin de la sobreprotección paterna y una forma más relajada de afrontar la vida familiar.
Afirman los expertos que se trata de otro efecto de la crisis económica, pues muchos padres estadounidenses -un tercio, según algunas encuestas- han tenido que suprimir las numerosas actividades extraescolares con las que esperaban poder situar mejor a sus hijos en la vida. El resultado ha sido más tiempo libre para pequeños y mayores y una planificación familiar menos estresante, algo que ha abierto los ojos a muchas personas sobre lo que realmente significa el ser padres.
"La sobreprotección y las constantes actividades están bien hasta cierto punto", dice Ashley Merryman, co-autora del bestseller sobre educación The NurtureShock . "El problema está en que no les damos la oportunidad de fallar o equivocarse porque lo planeamos todo para ellos". The NurtureShock, el último libro de Merryman co-escrito con Po Bronson, es un interesante compendio de técnicas educativas ampliamente aceptadas en los últimos veinte años y que, argumentan los autores, son absolutamente erróneas a la luz de algunos reciente estudios científicos.
Una de las prácticas más interesantes, fruto de la tendencia a sobreproteger a los hijos, es la constante alabanza de sus virtudes: estamos continuamente diciendo a nuestros pequeños lo bien que hacen todo porque pensamos que así reforzaremos su autoestima pero, opina Merryman, conseguimos lo contrario.
"Estamos apoyando el fracaso", señala Merryman, que explica que experimentos científicos han demostrado que los niños que sólo escuchan alabanzas se vuelven adictos a ellas, evitan tareas difíciles en las que se sienten inseguros y acaban fracasando cuando se embarcan en actividades en las que no son buenos.
No es el único libro sobre nuevas tendencias en educación que puede encontrarse en el mercado pues, como suele suceder en EEUU cuando se populariza una nueva idea, el mercado está empezando a inundarse con libros sobre el asunto. También es cada vez más grande la oferta de seminarios para aprender a ser un padre más relajado.
Kim John Payne, autor del manual Simplicity Parenting ofrece seminarios con la posibilidad de una visita a domicilio en la que él o sus colaboradores ayudan a rediseñar la vida familiar simplificando el calendario de actividades o, incluso, reduciendo el número de juguetes y cachivaches que tienen los niños.
Un escolar estadounidense tiene, según Payne, una media de 150 juguetes pero poco tiempo para disfrutar de ellos, pues su día está profusamente planificado con deberes o actividades extraescolares. Los expertos aseguran que el juego nos prepara para nuestras experiencias y relaciones sociales, un entrenamiento para la edad adulta.
Según cuenta el doctor Stuart Brown, psiquiatra y fundador del Instituto del Juego, los gerentes del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA notaron que sus ingenieros más jóvenes tenían más dificultades que los mayores a la hora de resolver problemas y situaciones inesperadas. Se dieron entonces cuenta de que los ingenieros de más edad sencillamente habían tenido más tiempo para jugar de niños y empezaron a incluir preguntas sobre la infancia de los candidatos en las entrevistas de trabajo.
¿Hemos creado una generación de inútiles con nuestra obsesión por ser padres perfectos? Merryman opina que tampoco hay que dramatizar. "No estoy preocupada por un fracaso de la sociedad en su conjunto", dijo. "Pero sí es cierto que las consecuencias de la sobreprotección paterna van a empezar a aparecer en algunos niños de hoy cuando lleguen a la edad adulta".
Diario de Navarra. 15 de marzo de 2010
Después de dos décadas de sobreprotección a los hijos, con una estresante agenda extraescolar, diversos especialistas empiezan a hablar de lo contrario en Estados Unidos. En parte, dicen, debido a la crisis.
Los niños nacidos en las últimas dos décadas en los países desarrollados son posiblemente los que más atención, protección y recursos han recibido de sus padres, un fenómeno común que ahora podría estar llegando a su fin.
Clases de mandarín para niños de dos años, cursos de música para lactantes o padres que acosan a los profesores vía mensajes de texto por los resultados de un examen de sus hijos: todo parece poco para lograr que los retoños sean los mejores en la competitiva economía global.
Atrás quedaron los tiempos en los que los niños iban solos al colegio: el porcentaje de escolares que llegan solos a la escuela ha caído del 21% en 1969 a sólo un 13% en 2001 y en EEUU la obsesión por la seguridad infantil es tal, que hasta los carritos de bebé llevan la etiqueta "quitar al niño antes de plegar".
Las cosas, sin embargo, están empezando a cambiar: una nueva tendencia educativa bautizada como slow parenting se está popularizando rápidamente en EEUU a través de libros, artículos y seminarios, abogando por el fin de la sobreprotección paterna y una forma más relajada de afrontar la vida familiar.
Afirman los expertos que se trata de otro efecto de la crisis económica, pues muchos padres estadounidenses -un tercio, según algunas encuestas- han tenido que suprimir las numerosas actividades extraescolares con las que esperaban poder situar mejor a sus hijos en la vida. El resultado ha sido más tiempo libre para pequeños y mayores y una planificación familiar menos estresante, algo que ha abierto los ojos a muchas personas sobre lo que realmente significa el ser padres.
"La sobreprotección y las constantes actividades están bien hasta cierto punto", dice Ashley Merryman, co-autora del bestseller sobre educación The NurtureShock . "El problema está en que no les damos la oportunidad de fallar o equivocarse porque lo planeamos todo para ellos". The NurtureShock, el último libro de Merryman co-escrito con Po Bronson, es un interesante compendio de técnicas educativas ampliamente aceptadas en los últimos veinte años y que, argumentan los autores, son absolutamente erróneas a la luz de algunos reciente estudios científicos.
Una de las prácticas más interesantes, fruto de la tendencia a sobreproteger a los hijos, es la constante alabanza de sus virtudes: estamos continuamente diciendo a nuestros pequeños lo bien que hacen todo porque pensamos que así reforzaremos su autoestima pero, opina Merryman, conseguimos lo contrario.
"Estamos apoyando el fracaso", señala Merryman, que explica que experimentos científicos han demostrado que los niños que sólo escuchan alabanzas se vuelven adictos a ellas, evitan tareas difíciles en las que se sienten inseguros y acaban fracasando cuando se embarcan en actividades en las que no son buenos.
No es el único libro sobre nuevas tendencias en educación que puede encontrarse en el mercado pues, como suele suceder en EEUU cuando se populariza una nueva idea, el mercado está empezando a inundarse con libros sobre el asunto. También es cada vez más grande la oferta de seminarios para aprender a ser un padre más relajado.
Kim John Payne, autor del manual Simplicity Parenting ofrece seminarios con la posibilidad de una visita a domicilio en la que él o sus colaboradores ayudan a rediseñar la vida familiar simplificando el calendario de actividades o, incluso, reduciendo el número de juguetes y cachivaches que tienen los niños.
Un escolar estadounidense tiene, según Payne, una media de 150 juguetes pero poco tiempo para disfrutar de ellos, pues su día está profusamente planificado con deberes o actividades extraescolares. Los expertos aseguran que el juego nos prepara para nuestras experiencias y relaciones sociales, un entrenamiento para la edad adulta.
Según cuenta el doctor Stuart Brown, psiquiatra y fundador del Instituto del Juego, los gerentes del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA notaron que sus ingenieros más jóvenes tenían más dificultades que los mayores a la hora de resolver problemas y situaciones inesperadas. Se dieron entonces cuenta de que los ingenieros de más edad sencillamente habían tenido más tiempo para jugar de niños y empezaron a incluir preguntas sobre la infancia de los candidatos en las entrevistas de trabajo.
¿Hemos creado una generación de inútiles con nuestra obsesión por ser padres perfectos? Merryman opina que tampoco hay que dramatizar. "No estoy preocupada por un fracaso de la sociedad en su conjunto", dijo. "Pero sí es cierto que las consecuencias de la sobreprotección paterna van a empezar a aparecer en algunos niños de hoy cuando lleguen a la edad adulta".
12 marzo 2010
23 febrero 2010
Aptitudes e inteligencias múltiples
Cuando se dice de alguien que es inteligente, se olvida indicar a menudo, cual es el rasgo dominante de su inteligencia, es decir, en qué es inteligente. La inteligencia no es un todo compacto y uniforme. Las facultades de la inteligencia admiten definiciones distintas, y cada persona tiene niveles de desarrollo diferentes en cada una.
Inteligencia espacial: capacidad para distinguir las formas y los objetos, llevar a cabo transformaciones sobre algo que se está percibiendo, imaginar movimientos o desplazamientos internos entre las partes, recrear aspectos de la experiencia visual y comparar, observar, combinar y transformar lo que rodea a la persona.
Inteligencia lingüística: capacidad para procesar con rapidez mensajes lingüísticos, ordenar palabras, dar sentido a los mensajes y expresar opiniones de forma ordenada y coherente.
Inteligencia lógico-matemática: facilidad para el cálculo, la geometría o la lógica.
Inteligencia interpersonal: habilidad para percibir y comprender a los demás y relacionarse con ellos. Es propia de personas que desarrollan empatía y la ética, y que no tienen grandes dificultades para interactuar con la gente y ayudar, incluso, a resolver sus problemas.
Inteligencia intrapersonal: capacidad para acceder a los propios sentimientos y emociones y discriminar entre ellos. Permite adquirir un conocimiento de la persona de acuerdo al tipo de interacción y a la capacidad de interaccionar con el resto. Se trata de inteligencia más privada y más difícil de conocer, y por tanto, necesita de las demás para poder ser observada.
08 febrero 2010
05 febrero 2010
El hábito de la lectura, en manos de los padres
Hoy más que nunca, la lectura corre el riesgo de ser vista por los niños como una imposición más de padres y profesores.
El niño puede crecer sin el hábito de dedicar parte de su tiempo a sumergirse en las letras y a enfrentarse con fascinantes aventuras en los mares del sur. Es precisamente en la primera década de la vida cuando las personas pueden adquirir este hábito; en esos diez años se tiene la oportunidad de asimilar para siempre el placer de leer como una necesidad consentida y deseada. Los pedagogos afirman que se aprende a disfrutar de la lectura y, por lo tanto, hay que ser conscientes de que se trata de algo que se puede enseñar. Para ello, es básico el núcleo familiar. Enseñar a leer es la asignatura que los padres deben transmitir a sus hijos, teniendo en cuenta siempre su carácter, motivación, apetencias e intereses. En definitiva, el reto es estimular la curiosidad por los libros.
¿Qué puedo hacer para que mis hijos lean?
■No obligar a leer. Como toda actividad, la lectura requiere constancia para convertirse en hábito. Nunca se debe obligar a leer, pero sí se puede (y debe) convertir en un hecho cotidiano. La clave radica en que acabe formando parte del tiempo de ocio, igual que ver la televisión o jugar. En edades muy tempranas serán el padre y la madre los que directamente ejerzan esta función. Con el tiempo, el espacio dedicado a la lectura se irá ampliando, y serán los propios niños quienes decidan cuánto, cuándo y dónde van a leer.
■Accesibilidad de los libros. Aunque no se trata de juguetes, los libros deben ser accesibles, tanto los propios como los ajenos. Es necesario quitarles ese estatus de objeto importante que sólo adorna las librerías. Es más, se han de potenciar las bibliotecas propias desde que nacen, porque un libro, después de ser leído, traspasa el umbral de lo meramente material.
■Visitar librerías. Las ferias o exposiciones pueden convertirse en un entretenimiento que acerque la literatura a los hijos. La idea de verse rodeado de tantas posibilidades familiariza al niño con este tipo de comercio y le añade atractivo. Además, si se le da una cantidad de dinero con el objeto de elegir el título que le guste, comenzará a desarrollar criterios de compra y aprenderá a distinguir qué obra merece la pena adquirir.
■Costumbre diaria. Leer todas las noches un cuento a los más pequeños se convertirá con el tiempo en un hábito de lectura diaria.
■Resolver dudas. Se deben buscar juntos en el diccionario los términos que no se entiendan. Con ello se inculca la buena práctica de ampliar vocabulario.
■No prohibir libros. Hay que prestar mucha atención en la edad crítica de la adolescencia, porque grandes lectores infantiles se pierden en esa etapa. En ese sentido, la libertad de elección será determinante. Nunca se deben prohibir títulos. En vez de eso, es importante explicar por qué no se va a entender lo que se lee, y cuál es el motivo para que no merezca perder el tiempo. De esta forma, se logrará despertar su espíritu crítico.
■Ser socio de una biblioteca. Una costumbre fácil y asequible es acompañar desde muy pequeños a los hijos a las bibliotecas. En nuestro Estado hay 513 bibliotecas públicas, mejor o peor dotadas de bibliografía, pero cuyo acceso es muy sencillo. Posibilitan acceder a los libros sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero. Además, sirven para enseñar cómo escoger los títulos, e introducen a los pequeños lectores en el valor de la responsabilidad, ya que son ellos los que deben devolver el volumen prestado. La biblioteca “José Vasconcelos” ( Sebastián Camacho 59) es una buena opción y cuenta con préstamo a domicilio.
■Adaptarse a los gustos. Todo es susceptible de convertirse en la excusa que acerque a la lectura: un tema de actualidad, efemérides de personas o hechos que les llamen la atención o una película que les haya entusiasmado son ocasiones inmejorables para suscitar la pasión por los libros.
■Compartir la lectura. Cuando los niños crecen, se les puede ofrecer libros que estén leyendo los padres. Por ejemplo, siempre merece la pena releer a Pío Baroja en y sus aventuras de Zalacain, y después pasar un rato divertido comentando sus peripecias. La lectura será un atractivo tema de conversación entre padres e hijos.
A cada edad, su libro
La oferta de literatura infantil y juvenil es muy variada. Mantenerse al día es difícil y, en ocasiones, son los propios niños los que demandan títulos o colecciones concretas que se ponen de moda.
■En los dos primeros años de vida los libros serán un elemento más para descubrir, morder y tocar. Existen en el mercado ejemplares de tela y plástico, sonoros y sensoriales.
■Entre los 2 y los 4 años, el libro comienza a ser diferenciado como tal. Triunfan los que enseñan de una manera distinta los elementos que están aprendiendo: la diferencia entre el frío y el calor, arriba y abajo, dentro y fuera... También son recomendables los que explican realidades grandilocuentes como el Sol, la Luna y los planetas.
■Desde los 4 a los 7 años, el niño comienza a desarrollar su identidad individual. En esta etapa es fundamental la imaginación, pero con historias narradas dentro de la lógica a la que habrá que sumar un final feliz. Además, comienzan a familiarizarse con los valores.
■Entre los 7 y los 9. La edad de los porqués comienza a los siete años y dura, al menos, hasta los nueve. En esa etapa todo es blanco o negro: los buenos son muy buenos, los malos muy malos, y todo desprende grandes dosis de imaginación.
■Entre los 9 y los 12 años es el momento de las aventuras, de la ciencia ficción, del amor sin melodrama. Así comienzan a introducirse en las novelas de misterio y aventuras con protagonistas chistosos, populares y valientes con los que se comparten la edad. También es un buen momento de enfrentarse a fantasmas y brujas, ya que es una fórmula para superar miedos. Harry Potter, de la también escritora Joanne K. Rowling. Julio Verne (La vuelta al mundo en 80 días, 20.000 leguas de Viajes Submarino), Tolkien (El Hobbit, El señor de los anillos), Mark Twain (Las aventuras de Tom Sawyer), Quino (Mafalda), Richmall Crompton (Guillermo el Travieso) y L. M. Alcott (Mujercitas) son algunos ejemplos de la vasta literatura escrita para estas edades. Pero sobre todo, es la época de ver los chicos y las chicas sumergidos entre las páginas de Enid Blyton y sus intemporales Los Cinco, Los Siete Secretos o Las mellizas; igual que toda la saga de las Pesadillas de R.L. Stine, El Club del Misterio de Fiona Kelly o Alfred Hitchcock y los Tres investigadores de R. Arthur.
■Por último, se llega a la etapa más difícil y determinante: la que abarca hasta la mayoría de edad. Se debe mantener el atractivo por la lectura, potenciar su entrega dependiendo del carácter de cada persona, pero los padres poco podrán hacer a partir de ahora en la elección de los libros. Se abandona la literatura propiamente infantil y pre-juvenil, y se enfrentan a la literatura en todos sus géneros. De todas formas, habrá una inclinación por parte del adolescente y el joven hacia un tipo de historias, y tal vez un desconocimiento de dónde encontrar lo que buscan, por lo que siempre serán bien recibidos los consejos.
Clásicos y autores consagrados
Escritores consagrados han tenido siempre una inclinación por añadir a su obra libros dirigidos a niños y jóvenes. No en vano, obras maestras de la Literatura Universal se corresponden al género infantil y juvenil. Es el ejemplo de La Isla del Tesoro (Stevenson), Tom Sawyer (Mark Twain), La historia interminable (Michael Ende), El Señor de los Anillos (Tolkien), Don Camilo (Guareschi), El Principito (Antoine de Saint-Exupéry), Adiós cordera (Leopoldo Alas Clarín), Las aventuras de Zalacain el Aventurero (Pio Baroja), Corazón (E. de Amicis), La abeja Maya (Bonsels), Peter Pan (Barrie), Emilio y los detectives (Kaestner) o La llamada de la selva (Jack London). Entre todos ellos conforman una sopa de letras de lo más apetecible.
El niño puede crecer sin el hábito de dedicar parte de su tiempo a sumergirse en las letras y a enfrentarse con fascinantes aventuras en los mares del sur. Es precisamente en la primera década de la vida cuando las personas pueden adquirir este hábito; en esos diez años se tiene la oportunidad de asimilar para siempre el placer de leer como una necesidad consentida y deseada. Los pedagogos afirman que se aprende a disfrutar de la lectura y, por lo tanto, hay que ser conscientes de que se trata de algo que se puede enseñar. Para ello, es básico el núcleo familiar. Enseñar a leer es la asignatura que los padres deben transmitir a sus hijos, teniendo en cuenta siempre su carácter, motivación, apetencias e intereses. En definitiva, el reto es estimular la curiosidad por los libros.
¿Qué puedo hacer para que mis hijos lean?
■No obligar a leer. Como toda actividad, la lectura requiere constancia para convertirse en hábito. Nunca se debe obligar a leer, pero sí se puede (y debe) convertir en un hecho cotidiano. La clave radica en que acabe formando parte del tiempo de ocio, igual que ver la televisión o jugar. En edades muy tempranas serán el padre y la madre los que directamente ejerzan esta función. Con el tiempo, el espacio dedicado a la lectura se irá ampliando, y serán los propios niños quienes decidan cuánto, cuándo y dónde van a leer.
■Accesibilidad de los libros. Aunque no se trata de juguetes, los libros deben ser accesibles, tanto los propios como los ajenos. Es necesario quitarles ese estatus de objeto importante que sólo adorna las librerías. Es más, se han de potenciar las bibliotecas propias desde que nacen, porque un libro, después de ser leído, traspasa el umbral de lo meramente material.
■Visitar librerías. Las ferias o exposiciones pueden convertirse en un entretenimiento que acerque la literatura a los hijos. La idea de verse rodeado de tantas posibilidades familiariza al niño con este tipo de comercio y le añade atractivo. Además, si se le da una cantidad de dinero con el objeto de elegir el título que le guste, comenzará a desarrollar criterios de compra y aprenderá a distinguir qué obra merece la pena adquirir.
■Costumbre diaria. Leer todas las noches un cuento a los más pequeños se convertirá con el tiempo en un hábito de lectura diaria.
■Resolver dudas. Se deben buscar juntos en el diccionario los términos que no se entiendan. Con ello se inculca la buena práctica de ampliar vocabulario.
■No prohibir libros. Hay que prestar mucha atención en la edad crítica de la adolescencia, porque grandes lectores infantiles se pierden en esa etapa. En ese sentido, la libertad de elección será determinante. Nunca se deben prohibir títulos. En vez de eso, es importante explicar por qué no se va a entender lo que se lee, y cuál es el motivo para que no merezca perder el tiempo. De esta forma, se logrará despertar su espíritu crítico.
■Ser socio de una biblioteca. Una costumbre fácil y asequible es acompañar desde muy pequeños a los hijos a las bibliotecas. En nuestro Estado hay 513 bibliotecas públicas, mejor o peor dotadas de bibliografía, pero cuyo acceso es muy sencillo. Posibilitan acceder a los libros sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero. Además, sirven para enseñar cómo escoger los títulos, e introducen a los pequeños lectores en el valor de la responsabilidad, ya que son ellos los que deben devolver el volumen prestado. La biblioteca “José Vasconcelos” ( Sebastián Camacho 59) es una buena opción y cuenta con préstamo a domicilio.
■Adaptarse a los gustos. Todo es susceptible de convertirse en la excusa que acerque a la lectura: un tema de actualidad, efemérides de personas o hechos que les llamen la atención o una película que les haya entusiasmado son ocasiones inmejorables para suscitar la pasión por los libros.
■Compartir la lectura. Cuando los niños crecen, se les puede ofrecer libros que estén leyendo los padres. Por ejemplo, siempre merece la pena releer a Pío Baroja en y sus aventuras de Zalacain, y después pasar un rato divertido comentando sus peripecias. La lectura será un atractivo tema de conversación entre padres e hijos.
A cada edad, su libro
La oferta de literatura infantil y juvenil es muy variada. Mantenerse al día es difícil y, en ocasiones, son los propios niños los que demandan títulos o colecciones concretas que se ponen de moda.
■En los dos primeros años de vida los libros serán un elemento más para descubrir, morder y tocar. Existen en el mercado ejemplares de tela y plástico, sonoros y sensoriales.
■Entre los 2 y los 4 años, el libro comienza a ser diferenciado como tal. Triunfan los que enseñan de una manera distinta los elementos que están aprendiendo: la diferencia entre el frío y el calor, arriba y abajo, dentro y fuera... También son recomendables los que explican realidades grandilocuentes como el Sol, la Luna y los planetas.
■Desde los 4 a los 7 años, el niño comienza a desarrollar su identidad individual. En esta etapa es fundamental la imaginación, pero con historias narradas dentro de la lógica a la que habrá que sumar un final feliz. Además, comienzan a familiarizarse con los valores.
■Entre los 7 y los 9. La edad de los porqués comienza a los siete años y dura, al menos, hasta los nueve. En esa etapa todo es blanco o negro: los buenos son muy buenos, los malos muy malos, y todo desprende grandes dosis de imaginación.
■Entre los 9 y los 12 años es el momento de las aventuras, de la ciencia ficción, del amor sin melodrama. Así comienzan a introducirse en las novelas de misterio y aventuras con protagonistas chistosos, populares y valientes con los que se comparten la edad. También es un buen momento de enfrentarse a fantasmas y brujas, ya que es una fórmula para superar miedos. Harry Potter, de la también escritora Joanne K. Rowling. Julio Verne (La vuelta al mundo en 80 días, 20.000 leguas de Viajes Submarino), Tolkien (El Hobbit, El señor de los anillos), Mark Twain (Las aventuras de Tom Sawyer), Quino (Mafalda), Richmall Crompton (Guillermo el Travieso) y L. M. Alcott (Mujercitas) son algunos ejemplos de la vasta literatura escrita para estas edades. Pero sobre todo, es la época de ver los chicos y las chicas sumergidos entre las páginas de Enid Blyton y sus intemporales Los Cinco, Los Siete Secretos o Las mellizas; igual que toda la saga de las Pesadillas de R.L. Stine, El Club del Misterio de Fiona Kelly o Alfred Hitchcock y los Tres investigadores de R. Arthur.
■Por último, se llega a la etapa más difícil y determinante: la que abarca hasta la mayoría de edad. Se debe mantener el atractivo por la lectura, potenciar su entrega dependiendo del carácter de cada persona, pero los padres poco podrán hacer a partir de ahora en la elección de los libros. Se abandona la literatura propiamente infantil y pre-juvenil, y se enfrentan a la literatura en todos sus géneros. De todas formas, habrá una inclinación por parte del adolescente y el joven hacia un tipo de historias, y tal vez un desconocimiento de dónde encontrar lo que buscan, por lo que siempre serán bien recibidos los consejos.
Clásicos y autores consagrados
Escritores consagrados han tenido siempre una inclinación por añadir a su obra libros dirigidos a niños y jóvenes. No en vano, obras maestras de la Literatura Universal se corresponden al género infantil y juvenil. Es el ejemplo de La Isla del Tesoro (Stevenson), Tom Sawyer (Mark Twain), La historia interminable (Michael Ende), El Señor de los Anillos (Tolkien), Don Camilo (Guareschi), El Principito (Antoine de Saint-Exupéry), Adiós cordera (Leopoldo Alas Clarín), Las aventuras de Zalacain el Aventurero (Pio Baroja), Corazón (E. de Amicis), La abeja Maya (Bonsels), Peter Pan (Barrie), Emilio y los detectives (Kaestner) o La llamada de la selva (Jack London). Entre todos ellos conforman una sopa de letras de lo más apetecible.
04 febrero 2010
Un mensaje para los papis
Queridos papás:
La capacidad de atención es diferente entre un niño y un adulto saludable. Una peculiaridad del proceso cognoscitivo infantil es la capacidad de atención activa. Esta capacidad permite prestar atención a la información necesaria ignorando las distracciones. La capacidad de atención activa se amplía entre los cuatro y siete años. Es por esto, que si bien la atención puede ser ejercitada y potenciada en todas las edades, ese sería el mejor período para hacerlo.
La única manera de potenciar y ejercitar la atención de una forma entretenida es por medio, de nuestro querido e imprescindible amigo: el juego.
Les envié a sus hijos una liga en internet en donde encontrarán actividades para mejorar su atención. Los niños de ahora son "cibernautas" y es importante utilizar los recursos que nos ofrece la red para "hablar su lenguaje".
Cualquier duda estoy a sus órdenes. La liga es:
La capacidad de atención es diferente entre un niño y un adulto saludable. Una peculiaridad del proceso cognoscitivo infantil es la capacidad de atención activa. Esta capacidad permite prestar atención a la información necesaria ignorando las distracciones. La capacidad de atención activa se amplía entre los cuatro y siete años. Es por esto, que si bien la atención puede ser ejercitada y potenciada en todas las edades, ese sería el mejor período para hacerlo.
La única manera de potenciar y ejercitar la atención de una forma entretenida es por medio, de nuestro querido e imprescindible amigo: el juego.
Les envié a sus hijos una liga en internet en donde encontrarán actividades para mejorar su atención. Los niños de ahora son "cibernautas" y es importante utilizar los recursos que nos ofrece la red para "hablar su lenguaje".
Cualquier duda estoy a sus órdenes. La liga es:
Vicios del lenguaje
¡Hola amigos!
Tal vez algunos de ustedes recuerden la frase que se escuchaba en los años 80´s "palabra: tú eres lo más importante" pensando en ella y a raíz del correo que les envié donde nos explicaban lo de "presidenta"un grupo de amigos, queremos compartir cada semana algún artículo que nos ayude a mejorar nuestra comunicación escrita. Te invitamos a que leas, redactes y compartas con nosotros algún tema relacionado.
¿TODOS SEREMOS UNOS VICIOSOS?
Del ruco roto al niño fresa, ¡Qué oso! Los vicios del lenguaje.
Si esa palabra pasó de moda, no te entenderán; si la inventaste, menos. Y si hablas al revés, al revés te verán; si no sabes acentuar, o te sobran o faltan palabras... estás frito, eres un vicioso del lenguaje.
Cuando analizamos la comunicación verbal, conviene adentrarnos no sólo en aquellos aspectos que enriquecen nuestro vocabulario, sino también identificar las equivocaciones que entorpecen o imposibilitan el intercambio de información. Desde esta perspectiva desprendemos lo relativo a los vicios del lenguaje, entendiendo los mismos como los factores que alteran el flujo normal de la experiencia comunicativa verbal.
Esto quiere decir que, aun cuando desde la perspectiva de la comunicación no existen las palabras buenas y malas (la gramática plantea que sí existen), sino que el significado se transforma en positivo o negativo dependiendo de las circunstancias en que se hable, si hay, en cambio, una serie de problemas que afectan definitivamente la comunicación porque van en sentido contrario a la convención, esto es, lo que todos entendemos.
Tales problemas se conocen como vicios del lenguaje y son de tres tipos:
VICIOS DE USO
Se llaman así porque surgen “sobre la marcha”. Es decir, ocurren por el sólo hecho de emplear alguna forma lingüística fuera de la convención en función del tiempo. Son dos: arcaísmos y neologismos.
Arcaísmos: Son todas aquellas palabras que su uso ha sido descontinuado del habla y la escritura cotidianas. Generalmente son sustituidas por nuevas palabras que la gente incorpora en diferentes épocas, aunque también ocurre con frecuencia que desaparezcan cuando los objetos a que hacen referencia dejan de utilizarse.
En función de referencias regionales de una misma lengua, los arcaísmos pueden variar de una nación, región o localidad a otras. Por ejemplo, en México, la forma vosotros es arcaica (vosotros, vuestro, tendréis, decíais, etcétera), mientras que en otras naciones hispanoparlantes no lo es. Otros ejemplos son la preposición cabe (junto a) y palabras como aguamanil (artilugio de limpieza personal hoy inexistente), asaz (bastante), etcétera. Lo más probable es que en este rubro percibas que no tienes ese problema, y es natural, justo porque son arcaísmos.
Neologismos: Regularmente las lenguas evolucionan de acuerdo con los avances literarios, científicos y tecnológicos, de tal suerte que, así como algunas palabras “envejecen”, transformándose o muriendo, otras nuevas surgen para referirse a nuevos objetos o para suplir formas antiguas. Este es un proceso regular en el cual ocurren, sin embargo, alteraciones que deforman la lengua cuando se inventa o construye alguna palabra fuera de lo común y con pocas posibilidades de integrarse adecuadamente al sistema. Ello sucede si la palabra inventada se suma a otras que no van a ser sustituidas; o bien, si el “inventor” acuña construcciones lingüísticas bromistas o exageradamente localistas.
Ejemplos: Eso es enojante o Te lo voy a forguardear.
(continuará)
Tal vez algunos de ustedes recuerden la frase que se escuchaba en los años 80´s "palabra: tú eres lo más importante" pensando en ella y a raíz del correo que les envié donde nos explicaban lo de "presidenta"un grupo de amigos, queremos compartir cada semana algún artículo que nos ayude a mejorar nuestra comunicación escrita. Te invitamos a que leas, redactes y compartas con nosotros algún tema relacionado.
¿TODOS SEREMOS UNOS VICIOSOS?
Del ruco roto al niño fresa, ¡Qué oso! Los vicios del lenguaje.
Si esa palabra pasó de moda, no te entenderán; si la inventaste, menos. Y si hablas al revés, al revés te verán; si no sabes acentuar, o te sobran o faltan palabras... estás frito, eres un vicioso del lenguaje.
Cuando analizamos la comunicación verbal, conviene adentrarnos no sólo en aquellos aspectos que enriquecen nuestro vocabulario, sino también identificar las equivocaciones que entorpecen o imposibilitan el intercambio de información. Desde esta perspectiva desprendemos lo relativo a los vicios del lenguaje, entendiendo los mismos como los factores que alteran el flujo normal de la experiencia comunicativa verbal.
Esto quiere decir que, aun cuando desde la perspectiva de la comunicación no existen las palabras buenas y malas (la gramática plantea que sí existen), sino que el significado se transforma en positivo o negativo dependiendo de las circunstancias en que se hable, si hay, en cambio, una serie de problemas que afectan definitivamente la comunicación porque van en sentido contrario a la convención, esto es, lo que todos entendemos.
Tales problemas se conocen como vicios del lenguaje y son de tres tipos:
VICIOS DE USO
Se llaman así porque surgen “sobre la marcha”. Es decir, ocurren por el sólo hecho de emplear alguna forma lingüística fuera de la convención en función del tiempo. Son dos: arcaísmos y neologismos.
Arcaísmos: Son todas aquellas palabras que su uso ha sido descontinuado del habla y la escritura cotidianas. Generalmente son sustituidas por nuevas palabras que la gente incorpora en diferentes épocas, aunque también ocurre con frecuencia que desaparezcan cuando los objetos a que hacen referencia dejan de utilizarse.
En función de referencias regionales de una misma lengua, los arcaísmos pueden variar de una nación, región o localidad a otras. Por ejemplo, en México, la forma vosotros es arcaica (vosotros, vuestro, tendréis, decíais, etcétera), mientras que en otras naciones hispanoparlantes no lo es. Otros ejemplos son la preposición cabe (junto a) y palabras como aguamanil (artilugio de limpieza personal hoy inexistente), asaz (bastante), etcétera. Lo más probable es que en este rubro percibas que no tienes ese problema, y es natural, justo porque son arcaísmos.
Neologismos: Regularmente las lenguas evolucionan de acuerdo con los avances literarios, científicos y tecnológicos, de tal suerte que, así como algunas palabras “envejecen”, transformándose o muriendo, otras nuevas surgen para referirse a nuevos objetos o para suplir formas antiguas. Este es un proceso regular en el cual ocurren, sin embargo, alteraciones que deforman la lengua cuando se inventa o construye alguna palabra fuera de lo común y con pocas posibilidades de integrarse adecuadamente al sistema. Ello sucede si la palabra inventada se suma a otras que no van a ser sustituidas; o bien, si el “inventor” acuña construcciones lingüísticas bromistas o exageradamente localistas.
Ejemplos: Eso es enojante o Te lo voy a forguardear.
(continuará)
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